Javier de la Calle.
Pululan personajes y personajillos por la fauna mediática, pero pocos con la fatuidad de Emilio Domenech. Nanisimo pone el grito en el cielo a un ritmo de veinte tuits por hora por la llegada de Trump. Se percibe que le han cerrado el grifo del Partido Demócrata. Domenech, como le grita Ferreras, intentó probar suerte como youtuber. Y su leche es mayúscula. Sus videos tienen cinco veces menos reproducciones que los de Enrique de Diego, quien no goza con el favor del globalismo. Pero en España siempre hay un idiota mayor para ayudar a alguien de la mafia mediática. Ahí ha aparecido El Español para poner a Nanisimo de profesor de un curso de periodismo. El curso solo puede versar sobre qué no hacer. Pedro J. Ramírez cada vez huele más a meado. Quienes hagan ese máster no tienen ningún futuro.