Javier de la Calle.
El funcionariado español anda enfurecido porque el quebrado Gobierno no puede contentar las exigencias económicas de las aseguradoras. Las compañías han decidido subir sus precios, pero nadie se atreve a señalar el aumento desproporcionado respecto a años anteriores. Las enfermedades graves están disparadas desde que la mayoría de la población española se entregase con devoción a las terapias génicas experimentales. Los funcionarios hicieron promoción y persiguieron a aquellos que no se inocularon de forma mayoritaria. Sin embargo son incapaces de explicarse por qué puede perder sus prebendas, y lo que es peor, su salud.