Enrique de Diego.
El sector de la automoción europeo se está cayendo aceleradamente a pedazos. La culpa última es de los políticos. Parece que es un suicido galopante pero es claramente un homicidio con todas las de la ley. Bien mirado, el objetivo de los políticos a través de las ciudades de 15 minutos era y es acabar con el coche, y eso acaba con la industria de la automoción, tan fundamental en Europa, y básicamente en Alemania, uno de los pilares de la Unión Europea.
Sí, señores nuestros políticos han querido acabar con el coche privado, por lo que implica de libertad personal. Los malditos políticos de Blackrock.
Digamos que el sector de la automoción arrastra la crisis desde 2007-2008. En los coches no se han hecho muchas innovaciones reales, solamente pequeñas distracciones. Bueno, sí el coche eléctrico objetivo obsesivo compulsivo de la mierda de agenda 2030 y de los miserables y putrefactos políticos que la sirven, que son casi todos, entre nosotros todos los del PSOE y los del PP. A pesar de sus serios inconvenientes, pues, con sus baterías de litio que pueden explotar en cualquier momento, con una red de recarga que desaconseja cualquier viaje de largo recorrido, y de ser altamente contaminante en la cadena de su creación. los políticos adoran el coche eléctrico de batería de litio, que deben ser cambiadas cada 3 años, porque en esta sociedad se ha impuesto la locura y se va a pagar muy caro.
El caso es que no se compran coches nuevos en cantidad suficiente. Se ha encarecido todo: el combustible, en porimer lugar. Luego las piezas de recambio que han subido más del 100%. Ha florecido, por las circunstancias, un mercado de segunda mano. No se hacen carreteras nuevas, se cobran nuevos peajes por las autopistas antiguas, en mal estado de conserrvación.
Total que nuestros políticos están consiguiendo su demencial objetivo verde: acabar con el coche privado. Y los jóvenes ya no sueñan en tener un coche nuevo, simplemente se conforman, porque no pueden aspirar a otro cosa, que a un patinete, la útima moda forzada.
Del sector de la automición dependen muchos puestos de trabajo, directos e indirectos. En Alemania es un sector clave, como en todas las naciones, pero en Alemania más. Tienen que fabricar con una energia muy cara, para ayudar a Zelenski. La crisis ha llegado a Mercedes y a Wolkwagen, cuyos operarios están en huelga tras la decisión de la empresa de cerrar dos fábricas en Alemania, un tercio de la producción; bueno, y otra en China, está por culpa del coche elécctrico. En Austria ha quebrado, con una deuda estratosférica de 3 millones de euros, que produce motos de gran calidad.
Los políticos han empezado a jugar irreponsable y frivolamente y se han quemado. Los platos rotos los pagan los ciudadanos, los primeros, los trabajadores de la factorías de automoción. Así Bruselas, comandada por la incompetente y ultra corrupta Ursula von der Leyen. no puede sostenerse, está sobre un barril de pólvora, que tiene su mecha en la industria de la automoción, mecha que lleva encendida tiempo y ahora está estallando aceleradamente.