Enrique de Diego.
Preguntamos a la Catedrática María José Martínez Albarracín por el efecto que tiene sobre nuestro cuerpo y su salud el efecto que tiene estar bombardeados por tantas ondas electro-magnéticas. He aquí las respuestas. Y una norma general: por las noches, todo apagado.
– El equipo de Rambla Libre ha detectado que los médicos deportivos recomiendan o exigen a los deportistas de élite que por las noches apaguen todos los utensilios electromagnéticos: router, móvil, luces, etc.. ¿A qué se debe desde el punto de vista de la salud?
R.-Es una medida muy razonable, que debería aplicar todo el mundo. Se sabe que la REM (radiación electromagnética de baja o muy baja frecuencia) si bien no es nociva como la radiación electromagnética de alta frecuencia: rayos X y rayos gamma, tampoco es beneficiosa para la salud, ya que interfiere con los canales de transporte iónico celular, especialmente con los canales del calcio. Esta interferencia genera estrés celular que produce radicales libres y a medio-largo plazo, dependiendo de la defensa antioxidante que posea el individuo, puede dañar el ADN favoreciendo la aparición de cáncer y otras enfermedades crónicas.
Esta exposición a campos electromagnéticos es especialmente nociva por la noche, que es cuando el organismo aprovecha para regenerar estructuras, secretando hormonas como la del crecimiento (STH) y la melatonina, que se ve interferida por las ondas.
También es especialmente nociva para los organismos en desarrollo: bebés y niños, así como mujeres embarazadas, por ello dejar a los niños pequeños móviles o tablets es perjudicial para su salud.
Todo esto se puede estudiar en las numerosas publicaciones científicas independientes de la industria, que se pueden encontrar por ejemplo en la web BIOINICIATIVE REPORT, https://bioinitiative.org/
En cuanto a la luz, especialmente la luz azul de LEDs, pantallas y móviles, se sabe que inhibe la síntesis de melatonina, hormona antioxidante que induce el sueño y, debido a ello, por la noche es especialmente nociva. Es conveniente que a partir de que oscurezca, se utilicen luces rojizas o anaranjadas y filtros de luz azul para las pantallas.H
– Tengo un amigo que no puede soportar el wifi. Se ha ido a vivir al campo sin ningún utensilio electro magnético…
R.- Hay personas especialmente sensibles, catalogadas incluso clínicamente como electrosensibles para las que la REM es mucho más dañina, esto depende como he dicho, de su reserva antioxidante y antitóxica que viene determinada, en parte genéticamente pero sobre todo, por su grado de autointoxicación y depósitos de vitaminas.
– ¿Tiene efectos sobre la esperanza de vida? ¿Y sobre la conducta? Porque a la gente se la ve por la calle como atontada, vacía, como zombis.
R.- Naturalmente que tiene efectos, ya que favorece el insomnio, la ansiedad y todas las enfermedades crónicas. Sobre la conducta, afecta especialmente a los niños pequeños, pero no sólo por su efecto fisiopatológico, sino también por las dificultades que para la lectura y el juicio, ocasionan las tecnologías audiovisuales, de impacto inmediato en la mente, al contrario de lo que propicia la reflexión y el razonamiento, que siempre es un buen libro. Por estas razones, más bien de índole psicológica, no me parece una buena idea el abuso de la tecnología audiovisual en la educación infantil y juvenil.
– ¿Hay cierta polémica sobre la tecnología 5G? ¿Puede tener efectos sobre la salud?
R.- toda la tecnología que utiliza frecuencias en el espectro de los teléfonos móviles es perjudicial para la salud, sea 3G, 4G o 5G etc…
Hay un malentendido frecuente en este aspecto al confundir intensidad con frecuencia. Siendo la frecuencia mucho más perjudicial para la salud. El nivel de banda G no determina la frecuencia. Por ello la REM del espectro Wi-fi, radares y tecnología inalámbrica nunca puede producir un síndrome de irradiación agudo, sólo daña la salud a medio o largo plazo de exposición. El síndrome agudo es exclusivo de la REM de alta frecuencia, especialmente de la radiación nuclear, como se pudo comprobar tras el escape de la central nuclear de Chernobyl.
El problema de la 5G es que necesita repetidores cada muy poco espacio, mucho más cerca que en la 3G y 4G y cada repetidor es un emisor, lo mismo que cada terminal, es decir cada móvil y cada estación de telefonía inalámbrica. Por supuesto la emisión de una antena de telefonía es mucho más perjudicial porque además genera un campo de mayor potencia e intensidad de voltaje.
– ¿Qué efectos tiene la TV? ¿Es neutral o nociva?
R.- La televisión en general y la española en particular, salvo honrosas excepciones, es perjudicial para la inteligencia.
Pero fuera bromas, se sabe que produce algunas emisiones nocivas (una pequeña porción de rayos X) y un parpadeo imperceptible o frecuencia de refresco, especialmente por debajo de cien herz, que no es bueno para la vista y que cansa el cerebro.
Otra cuestión son los campos eléctricos que todos tenemos en nuestras casas con una frecuencia de 50 o 60 herz, que tampoco es buena para la salud a muy largo plazo. Además, por la presencia de electrodomésticos y ahora especialmente con los contadores inteligentes, se genera una gran cantidad de la llamada electricidad sucia que es mucho más perjudicial y que circula por todos los cables.
La electricidad sucia se define como una contaminación eléctrica producida por la presencia de picos muy breves de tensión o corriente que genera armónicos y especialmente transitorios de frecuencia intermedia que están por encima de la frecuencia de tensión de 50 Hz, concretamente asociados a frecuencias que normalmente van desde 3 kHz hasta 300 kHz aproximadamente.
Tenemos que sumar también ciertos campos magnéticos que producen p. ej las cocinas eléctricas de inducción, bastante nocivos a largo plazo.
Por ello, si se quiere evitar este impacto nocivo por las noches, es aconsejable desconectar el automático del dormitorio antes de acostarse.
El planeta Tierra tiene su propio campo electromagnético llamado frecuencia de resonancia de Schumann de muy baja frecuencia y que es el adecuado para los seres vivos que lo habitan. El vivir aislados del mismo y sometidos a un sinnúmero de frecuencias superiores, que por ello también resultan perjudiciales, es el precio que tenemos que pagar por tanta comodidad. Tal vez deberíamos preguntarnos hasta qué punto merece la pena.