Enrique de Diego.
Rachel Zegler, la protagonista de Blancawoke y los 7 enaculos, está haciendo todo lo posible y lo imposible porque nadie vaya a ver ese bodrio por salud mental y por rebeldía contra el insoportable adoctrinamiento en la estupidez woke.
El trailer vergonzante del film ha cosechado una reprobación general. La última de la niñata pedorra de la Zegler ha sido desearles a todos los votantes de Trump y a Trump mismo que no conozcan la paz.
Sucede que esos son el público objetivo de una película sobre Blancanieves: familias con hijos. Y no lesbianas compulsivas que es a quines se dirige este bodrio, en la que quien encarna al pretendido personaje echa peste sobre él y califica al príncipe que la besa dormida provocando la expulsión de la manzana letal de acosador.
Sería muy fácil acusar a Rachel de provocar el fracaso de Disney con su pedorrera narcisista woke pero me temo que lee un guión que le han dado Bob Iger, ceo de Disney, y los ejecutivos de esa casa de satán.
Es Disney en su conjunto quien ha diseñado este remake tenebroso en la que Blancawoke quien cuando aparecen los 7 enaculos les da las gracias obligándoles a que barran, quiten el polvo y cocinen para ella, lo cual es de un sadismo insuperable.
Disney es satánica, ha dedicado tres historias de dibujos animados teniendo como protagonista a satán como Pequeño demonio.
Se dedica a adoctrinar en la ideología woke sin importarle las pérdidas porque la Bolsa se ha convertido en una farsa globalista. No les importa a sus accionistas perder dinero con tal de difundir sus delirantes ideas del averno contra el orden natural de las cosas.
Como no le importan los numerosos escándalos de pedofilia en los que ven implicados sus trabajadores y la desaparición de nilños visitantes de sus parques.
Bien, ha llegado el momento de que muerdan el polvo y no levanten cabeza. Hay que hundir la taquilla de esta Blancawoke y los 7 enaculos.
Hay que humillar su soberbia luciferina. Que el feminismo woke sienta todo nuestro rechazo monumental, que esta agresión a un clásico tenga sus consecuencias.
Blancawoke y los 7 enaculos ha de significar un antes y un después en la terrorífica historia del Disney satánico y el entierro en las profundidades de la inanidad de la degradación woke.