La única labor de Iker Jimenez es volver a meter a las ovejas descarriadas en el redil del R78. No es un disidente ni un ejemplo a seguir.
Dejad de idolatrar a este Judas, os la está volviendo a colar. pic.twitter.com/f161S3nzR8
— uKur 🟥🟨🟥 (@Urukuru73) November 13, 2024
Luis Bru.
Iker Jiménez empezó con los ovnis y el esoterismo, para derivar hacia coartada del sistema: cuando en las redes sociales era demasiado el ruido, Iker escanciaba unos minutos en su programa para satisfacer a la audiencia disidente y volverla al redil. Era la perfecta coartada del pútrido globalismo.
Llegó la plandemia y se esforozó a fondo con descaro a favor de la mentira y del maldito globalismo: situó al inefable César Carballo como la voz tronante en favor de las timo vacunas; como un soberano imbécil terminó timo vacunándose él con toda la publicidad del mundo, y se timo vacunaron la mayoiría de sus pardillos colaboradores como Pedro Baños, el coronel, al que le estalló un ojo. Desde entonces Iker se cansa en demasía en los partidos de fútbol que juega con su equipo técnico. En justo pagó a su perversidad. De hecho, así comenzó su programa la última semana. estaba muy cansado, inusualmente hecho polvo.
Ahora ha surgido en La Secta un infecto programa con un presentador de la degenerada factoría George Soros, con el objetivo de intentar subir las débiles audiencias y frenar el abandono en masa de la disidencia que ha apagado la televisión.
Esto de las audiencia es cochina mentira como todo en este sistema distópico que se derrumba; el share es mentira cochina; sólo son unos pocos hogares los que tienen instalado un aparatito que cuenta lo que ven esos pocos adictos a la caja tonta. Los que han huido de la caja falsaria son millones, pero esos no salen.
En La Sexta también lo saben. E Iker Jiménez se ha dado cuenta igualmente que ya no pinta nada, que ha dejado de verle mucha gente dentro de la campaña «apaga la tele» que empezó el tuitero zuleypa. Además ha percibido que quien cuentan son las redes sociales, que quien gana notoriedad en las redes es quien cuenta realmente.
Iker ha empezado su campaña de salvación particular llevando a esas personas relevantes al plató como Bea Talegón, Guillermo Rocafort, Vito Quiles, Rubén Gisbert…que no tenían salida por la caja tonta y se han emocionado. Chupar caámara todavía pone a los corazones débiles. Está bien. Luego ha llevado las cámaras a Paiporta como un avezado reportero y eso no lo ha soportado el globalismo, que le ha retirado la publicidad de ING, una escoria de Blackrock, y se ha producido un exitoso boicot.
Total, que el globalismo no soporta ya ni a la coartada de Iker Jiménez, devenido en falso héroe por un día de la disidencia. Como decimos, del mal Dios saca el bien a manos llenas. Y, bueno, si ING es una cloaca globalista, hasta ahora se ha anunciado sin problemas en los programas de Iker. Lo que sucede es que el globalismo va perdiendo de goleada.