Javier de la Calle.
Te lo diré en argentino para que me entiendas. Sé que no eres «el lápiz más afilado del estuche», pero sabes perfectamente lo que te ha hecho retirarte del fútbol. Colgar las botas de forma prematura te privó, por solo un año, de levantar con Argentina la Copa del Mundo, ese sueño por el que luchaste desde la pobreza.
Tres años después de retirarte de aquel partido con el Alavés, tienes que ir a juicio contra el Fútbol Club Barcelona, que no te paga los más de tres millones de euros de salario restante de la temporada en la que jugaste en el Camp Nou. Y eso que has sido bueno con un club endeudado, en manos de Goldman Sachs, al que le has perdonado el resto de temporadas que perdonaste.
En su momento pudiste salvar a la humanidad. Como uno de los mejores jugadores del mundo, tenías voz para alertar de lo que hacían las timo vacunas. Tú lo sabes mejor que nadie. Lo dejaste caer, pero no tuviste valentía para decirlo. Aparecías con tu amigo, el infausto Ibai Llanos, que se sorprendía porque deslizabas el origen. Los medios salieron raudos y veloces a desmentir que se tratase del pinchazo, ese que ahora que se sabe la verdad ya no quieren informar. Decían que tu dolencia se trataba de una antigua arritmia. Un problema que tuviste en 2004, en pleno crecimiento, y que no te impidió superar los estrictos controles para jugar con el Atlético de Madrid y labrar tu leyenda en el Manchester City.
En el verano de 2021, con la psicosis colectiva disparada, fichas por el Barça, donde te someten a un riguroso examen médico porque tenían dudas de tus rodillos y tobillos. Te hacen exhaustivas pruebas médicas y las superas. Te conceden la licencia. ¿Qué cambió en tres, Kun? Tú lo sabes, que en tu cuerpo el cambio que hubo en 2021 fue la timovacuna. Dilo. No dejes que las migajas que te paga Puma, otra marca que tiene en sus accionistas a Blackrock, te calle.
Ahora os encontráis en el juzgado el Barça, la aseguradora del club y tú. Los medios españoles tienen acceso a este proceso, pero callan. Ellos saben bien porqué. Tus abogados hablan con el Barça para buscar un acuerdo extrajudicial, con el camelo de fraccionar los pagos para no ahogar a Laporta.
Si te ves en esta situación, mejor dicho os habéis, es porque una de las partes alega que es la timo vacuna. Tú, como trabajador ejerces tus derechos, y el Barça delega el pago al seguro, que dice que la lesión es previa. El testimonio se cae por sí solo. Es previa, y te aseguran en el verano de 2021. Será previa al partido del Alavés, donde te habías timo vacunado para seguir viajando en el circo mundial del fútbol. Ninguno queréis airear que el asunto es el pinchazo. Tú puedes abrir la caja de Pandora. Has sido un villano y un borrego, aún puedes ser un héroe.