Zachary Steiber.
El expresidente Donald Trump dijo en una nueva entrevista que revocaría el estatus legal de los inmigrantes haitianos que viven en Springfield, Ohio, y trabajaría para deportarlos a su país natal.
“No tiene nada que ver con Haití ni con nada. No funciona. Hay que expulsar a la gente y hay que devolverla a su propio país”, le dijo Trump a NewsNation en la entrevista, que tuvo lugar el 2 de octubre.
“Springfield es un lugar tan hermoso. ¿Has visto lo que le ha pasado? Ha sido invadido. No se le puede hacer eso a la gente. Hay que echarlos. Absolutamente, revocaría [el estatus]. Los devolvería a su país”.
Trump también dijo que no considera legal la protección que tienen los inmigrantes.
El estatus de protección temporal se concedió a los inmigrantes haitianos en 2010, tras un gran terremoto en el país. La designación se prorrogó varias veces hasta que, bajo el mandato de Trump, el gobierno federal anunció que se pondría fin a la designación. La administración del presidente Joe Biden ha prorrogado la designación hasta el 3 de febrero de 2026.
El estatus de protección temporal permite a los inmigrantes de determinados países trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos, aunque hayan entrado ilegalmente. Las autoridades conceden el estatus cuando constatan que las condiciones en los países de origen de los inmigrantes hacen inseguro su regreso.
El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo en junio que la prórroga se concedía debido a la violencia y la inseguridad que imperan en Haití.
Cientos de miles de inmigrantes haitianos han llegado a Estados Unidos en los últimos años (la Oficina del Censo de EE.UU. afirma que unos 852,000 vivían en Estados Unidos en febrero), y al menos 15,000 han ido a Springfield.
Algunos residentes allí han expresado su frustración por la afluencia, incluso diciendo que las instituciones locales han tardado en atender a los estadounidenses debido a la asistencia a los inmigrantes. Otros, como el gobernador de Ohio, Mike DeWine, afirman que los inmigrantes han ayudado a cubrir puestos de trabajo y han contribuido de diversas formas.
Trump ha hecho campaña para acabar con la inmigración ilegal aumentando las deportaciones, poniendo fin a algunos programas que la administración Biden puso en marcha y reforzando las barreras y el personal en la frontera.
El esfuerzo de deportación se basaría en parte en las fuerzas de seguridad locales que están familiarizadas con los inmigrantes, dijo Trump. Dijo que se extendería a otras comunidades locales, además de Springfield.
La vicepresidente Kamala Harris dijo que tenía el corazón roto por el cierre de escuelas y otros lugares en Springfield debido a las amenazas que llegaron a la ciudad después de que funcionarios y exfuncionarios comenzaron a llamar la atención sobre la afluencia de inmigrantes.
“La gran mayoría de nosotros, como estadounidenses, sabemos que tenemos mucho más en común que lo que nos separa. Yo lo sé. Sé que, independientemente de la procedencia de alguien, su raza, su género, su ubicación geográfica, sé que la gente está profundamente preocupada por lo que le está ocurriendo a esa comunidad en Springfield, Ohio”, dijo en septiembre durante un acto celebrado por la Asociación Nacional de Periodistas Negros. “Y tiene que acabar”.
Biden utilizó un lenguaje similar al hablar con los periodistas, rechazando las recientes acusaciones que dicen que los inmigrantes haitianos estaban secuestrando y comiéndose a los perros y gatos de los residentes.
Karen Graves, Directora de Relaciones Estratégicas de Springfield, declaró en septiembre que “no ha habido informes creíbles ni denuncias concretas de que individuos de la comunidad inmigrante hayan hecho daño, herido o maltratado a mascotas”.
Un informe policial obtenido por el grupo de vigilancia del gobierno Judicial Watch muestra que al menos un residente llamó para denunciar a sus vecinos por presuntamente robar y descuartizar a su gato, y algunos residentes han hablado en reuniones de la ciudad sobre cómo hacer frente a la desaparición de animales.