Joseph Lord.
Robert F. Kennedy Jr. continuará haciendo campaña para el expresidente Donald Trump, anunció el excandidato presidencial independiente, pocos días después de su primera aparición en un mitin de Trump.
«Voy a hacer campaña activamente», dijo Kennedy a Shannon Bream de Fox News en una aparición el 25 de agosto en «Fox News Sunday».
El 23 de agosto, Kennedy anunció que abandonaba la carrera presidencial de 2024 y que apoyaría a Trump. Ese mismo día, apareció en un mitin de Trump en Glendale, Arizona, y alentó a sus seguidores a respaldar al 45.º presidente.
Kennedy expresó su gratitud a su esposa, quien, según dijo, no estaba de acuerdo con su decisión de respaldar a Trump, pero que, sin embargo, en última instancia lo apoyó.
Kennedy también afirmó que no sería el primer exdemócrata prominente en respaldar al candidato republicano.
«Creo que el presidente Trump va a hacer una serie de anuncios sobre otros demócratas que se unirán a su campaña», dijo Kennedy. «Y, como saben, yo quiero que Estados Unidos vuelva a ser saludable, y el presidente Trump también. Esos son los objetivos».
Tanto en su discurso anunciando su decisión de abandonar la carrera como en su aparición en Glendale más tarde ese mismo día, Kennedy explicó cómo y por qué llegó a la decisión de respaldar a Trump.
Kennedy reveló que él y Trump habían estado en comunicación desde el fallido intento de asesinato contra el expresidente a mediados de julio.
En esas conversaciones, Kennedy dijo en múltiples apariciones, que descubrió que él y Trump estaban de acuerdo en algunos de los temas que consideraba más importantes: erradicar la corrupción en las agencias federales de regulación de medicamentos y alimentos, poner fin al «control de los neoconservadores sobre la política exterior estadounidense», poner fin al conflicto ruso-ucraniano y combatir la censura gubernamental.
Durante su aparición en Fox News, Kennedy agregó que Trump había dicho que «quería dejar como legado hijos sanos».
«No hay compromisos» para el puesto en el gabinete
Durante su mitin en Glendale, Trump anunció que, si ganaba la reelección, nombraría a Kennedy para un panel que investigaría el aumento de los problemas de salud crónicos de los niños.
En concreto, Trump dijo que «establecería un panel de expertos de alto nivel que trabajaría con Bobby [Kennedy] para investigar qué está causando el aumento, que lleva décadas, de los problemas de salud crónicos y las enfermedades infantiles, incluidos los trastornos autoinmunes, el autismo, la obesidad, la infertilidad y muchos más».
Kennedy enfatizó en Fox News que aún no se ha establecido ningún compromiso.
«¿Todos ustedes han negociado o hablado sobre un puesto en el gabinete, u otro puesto dentro del gobierno de Trump, a cambio de su apoyo?», preguntó Bream.
—No —respondió rápidamente Kennedy—. No hay ningún compromiso.
En cambio, Kennedy dijo: «Me reuní con el presidente Trump, con su familia, con sus asesores más cercanos, y simplemente asumimos un compromiso general de que trabajaríamos juntos».
Dijo que él y Trump habían decidido «formar un gobierno de unidad», aunque en el pasado reconoció que «no estamos de acuerdo en todo».
«Acordamos que podremos seguir criticándonos mutuamente en los temas en los que no estemos de acuerdo», dijo Kennedy.
A pesar de una relación a veces conflictiva con el expresidente desde que anunció su candidatura hace 16 meses, Kennedy y Trump han insinuado durante mucho tiempo su respeto mutuo, y ambos actúan como extraños políticos anti-establishment.
Si bien las encuestas aún no muestran qué impacto tendrá la salida de Kennedy en la contienda, hay algunos indicios de que podría beneficiar a Trump más que a la vicepresidenta Kamala Harris.
Tanto las encuestas profesionales como las encuestas internas de Trump han demostrado que los votantes que actualmente no respaldan a ninguno de los candidatos principales, incluidos los partidarios de Kennedy, favorecen más a Trump en los siete estados clave más cruciales: Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.