Luis Bru.
Desde que sucede la trágica muerte de Mateo, a las 10 de la mañana del domingo 18, hasta que se detiene al presunto asesino pasan 30 horas, en la que nada se hace, y simplemente parece que se pretende tender una trampa a algunos en las redes sociales.
El presunto asesino asesta 11 puñaladas con un objeto punzante. Desde ese momento toda la prensa oficial y la Guardia Civil woke parecen estar más preocupados de lo que pasa fuera de Mocejón.
Empieza a darse pistas falsas que curiosamente son reproducidas en todas las televisiones y los digitales oficialistas -los mismos que produjeron un coro de grillos y de mentiras letales en la plandemia a favor de los intereses genocidas de Pfizer, Modena, AstraZeneca y Jansen, y que tantas muertes y dolor han significado, mientras el jefe de Estado Mayor de la Guardia Civil woke declaró que «trabajamos para minimizar el clima contrario al Gobierno», no en defensa de los ciudadanos-; se dice que el asesino ha huido en un Ford Mondeo gris, se da una suscinta descripción de un joven rubio rapado.
El que ha sido detenido, que no tiene carnet de conducir, como presunto asesino, Juan Francisco que actuó con la cara tapada, señal de que no quiere ser reconocido, porque es habitual de Mocejón, una localidad toledana de unos 4.500 habitantes, sólo ha podido huir hacia dos lugares, dos recorridos: el número 19 de la Calle Dalí y el domicilio del padre en la calle Batalla de Lepanto. Alguien debió verle con las ropas ensagrentadas correr.
En las cámaras de vigilancia del polideportivo y de un vecino han quedado reflejadas las imágenes del presunto asesino. Se informa, sin embargo, de que se ha puesto en marcha la operación jaula, lo que, sin embargo, es mentira. Aparece un helicóptero, carnaza para las televisiones.
No se procede a la detención inmediata, para que no pueda hacer desaparecer pruebas. Y eso que se le tiene localizado a las pocas horas. ¿Minutos? Sin embargo, se le deja asistir a Misa; es decir, se pone en peligro a los asistentes compartiendo el Santo Sacrificio con un asesino, que ha de ser peligroso a la vista del enseñamiento con Mateo. Vecinos afirman haberle visto por el pueblo. Nuevo riesgo. Duerme en casa. Hasta que se procede a su detención a una hora aleatoria. La Guardia Civil woke dice que ha encontrado ropas ensangrentadas en el registro de la casa; bien pudo haberles lavado en esas 30 horas.
Se escenifica una farsa. Un portavoz de la familia, primo de Mateo, con un adecuado lenguaje woke, se pasea por todos los medios, a pesar que él afirma, Asell Sánchez, que tenía información privilegiada de por donde iban los tiros. En Antena 3 y en la COPE se pone «en valor» sus declaraciones, jerigonza woke, momentos en que Asell se victimiza y llora convritiéndose en el protagonista, por encima del difunto Mateo.
La Guardia Civil woke afirma tras esas 30 horas de que el detenido ha confesado y está colaborando. El Juzgado ha decretado el secreto del sumario. Sin embargo, la Guardia Civil woke filtra que el joven de 20 años dice haberlo vivido como un vídeo juego, no distingue la ficción de la realidad, parece tener un desdoblamiento de personalidad, y su otro yo lo ha hecho. Su padre dice que su hijo tiene las facultades psíquicas mermadas, una discapacidad de entre el 60 y el 70%. Que es autista. Todo parece indicar que ha sufrido un brote psicótico. El padre afirma que a su hijo se le hace declarar lo que quieran.
El perfil es el de un chico destrozado por las timo vacunas, por la maldita cartilla infantil de timo vacunación, cuestión de la que hay evidencias de que resultan perjudiciales, víctima de un divorcio, en una familia desestructurada, pasa tiempo con la madre en Madrid y con el padre en Mocejón. Y juega a vídeojuegos.
Es un clamoros fallo del sistema, una víctima: timo vacunas que le destrozan el cerebro, divorcio que le afecta a los sentimientos, a la estabilidad emocional, y vídeo juegos que le dañan aún más el cerebro, le provocan falta de control del impulso agresivo y le confunden la ficción con la realidad. Debate éste, el de ls vídeo juegos que ha planteado nuestro Editor, Enrique de Diego, en «La generación destruída», Amazon, quien propugna su prohibición hasta los 21 años.
Los líderes del islamo-izquierdismo en España, Fonsi García y Rubén Sánchez, pasan a usar su función fundamental: la de voluntaristas censores. Inmediatamente sale la cadena Ser anunciando que la Fiscalía va a denunciar a los que en redes han apuntado otras hipótesis, alimentadas por esas 30 horas de naufragio policial, téngase en cuenta que la Guardia Civil woke está politizada, es la larga mano del PSOE. Suena a Inglaterra.
No ha sido capaz de encontar el objeto punzante donde el presunto asesino dijo que lo tiró, en la acequia.