Javier de la Calle.
En su afán de mejorar la vida de las clases medias, el franquismo permitió a millones de españoles disfrutar de largos estíos. Este verano los empobrecidos españoles buscan planes alternativos. Los precios se han disparado por la afluencia masiva de extranjeros. Son las consecuencias de un país empobrecido. Irse de vacaciones en España ya es un lujo, y sale más a cuenta coger un avión e irse a otro país. El turismo es el motor de una economía que carece de industria. Un lujo para los guiris, una afrenta al pueblo español.