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Obispo Strickland: «Es razonable expresar una profunda preocupación por las palabras y acciones del Papa Francisco durante su pontificado»

Redacción




El obispo emérito de la diócesis de Tyler, cesado arbitrariamente por Francisco en noviembre del 2023, ha vuelto a escribir una de sus cartas que encierra verdades como puños.

Con la libertad de la que goza por ser obispo emérito, Joseph Strickland sigue dando voz a muchos católicos que asisten con perplejidad y preocupación a la deriva de la barca de Pedro.

El obispo Strickland expresa en esta nueva misiva su preocupación por el nuevo documento titulado ‘el Obispo de Roma’ que busca resignificar el papel del Papa; la deriva de la Iglesia hacia una estructura más sinodal o la persecución del Vaticano contra la Misa tradicional.

En su carta, monseñor Strickland recuerda que «es la Iglesia la que lleva a cabo la misión salvadora de Cristo en el mundo. La Iglesia es a la vez un signo y un instrumento que lleva a cabo la gracia de Dios».

El obispo Strickland no duda en denunciar «los aparentes intentos de algunos en el Vaticano de rediseñar la Iglesia para hacerla más atractiva a los oídos modernos» y ha remarcado que la Iglesia «sigue siendo el único instrumento de la salvación de Cristo porque no es meramente una organización caritativa o una organización fraternal».

El obispo emérito de Tyler lamenta que cada vez más «fieles católicos en todo el mundo se sienten profundamente confundidos, preocupados y, a veces, horrorizados por las palabras y acciones confusas del actual ocupante de la Cátedra de Pedro, y el documento de estudio recién publicado, “El Obispo de Roma”, solo aumenta esta confusión». Una preocupación que monseñor Strickland también dice compartir y reconoce que no faltará quien encuentre sus palabras «inquietantes y profundamente ofensivas».

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«La mejor manera de amar a otro es compartir la maravillosa verdad de nuestra fe católica y, cuando sea necesario, llamar incluso al Papa a que vuelva a esta verdad. Como obispo destituido, me encuentro en una posición única que me llama y me permite “hablar por el rebaño” como nunca antes», agrega Strickland. Además, reconoce que hay obispos que se abstienen de hablar por temor a ser destituidos como le ocurrió a él.

Persecución contra la Misa tradicional

Joseph Strickland también denuncia el intento por parte del Vaticano de separar a la Iglesia de su pasado tradicional. «Después del Vaticano II se creó y publicó una forma diferente de la Misa que autorizó el uso de la lengua vernácula (o hablada localmente) en lugar del latín, y muchas de las oraciones fueron cambiadas o eliminadas. Además, se produjeron muchos otros cambios que alejaron a la Iglesia de esta Misa de los Siglos», escribe el prelado estadounidense.

El cesado obispo de Tyler expone que tras la reforma de la Misa «la comunión en la mano se convirtió en algo común y los sacerdotes comenzaron a mirar al pueblo en lugar de mirar al altar como había sido la costumbre de la Iglesia durante más de un milenio».

Strickland recuerda que varios papas han tratado de proteger esta Misa. Es el caso de San Pío V quien en 1570 decretó se ese misal sería válido a perpetuidad. «Sin embargo, ahora con el motu proprio del Papa Francisco, “Traditionis custodes”, se ha embarcado en un viaje para suprimir lo que otros papas han tratado de proteger, y lo que el Papa San Pío V dijo que sería válido a perpetuidad. Esto es profundamente preocupante», añade el obispo.

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Preocupación por las acciones del Papa

Tras esta exposición de motivos, el obispo Strickland sostiene que «es razonable expresar una profunda preocupación por las palabras y acciones del Papa Francisco durante su pontificado. Creo que es un perjuicio para el oficio Petrino y para el propio Papa Francisco decir simplemente: «Él es el Papa; debemos obedecer»».

En ese sentido, no esconde que le resulta especialmente desconcertante «que este Pontificado aparentemente busque disminuir la autoridad papal y una estructura centralizada en favor de una forma más sinodal, mientras que al mismo tiempo actúa autocráticamente y ejerce el poder papal con gran fuerza, como lo demuestra la supresión de las comunidades tradicionales fieles y la Misa tradicional en latín».