Javier de la Calle.
Jenni Hermoso se ha dado cuenta que ir de víctima en nombre del feminismo y la homosexualidad es mejor negocio que anotar goles. Todavía afectada de la violación por la que denunció a Luis Rubiales, Hermoso ha pasado las vacaciones junto a la portera de la selección Misa Rodríguez.
Hermoso ha llorado porque algunos comentarios han alabado a Jorge Vilda, el heroico seleccionador que quiso que las puertas de las concentraciones de la selección femenina, en la que la mayoría de las jugadoras son lesbianas, estuviesen abiertas.
En su paso por el fútbol, Hermoso acumula más parejas que trofeos. La relación más importante fue la que mantuvo con Alexia Putellas, antes de irse a México, donde no tardó en enrollarse con Norma Palafox. Esta semana, Hermoso anda cabreada por un supuesto ataque de cuernos, con su excompañera Ana Maria Crnogorvecic en el centro de la diana. Hermoso parece que no lo ha pasado muy bien en sus vacaciones con Misa, en las que la portera estuvo acompañada por su novia, como no futbolista, Marta Cardona.