Javier de la Calle.
Los medios generalistas han cargado con dureza contra el influencer Amadeo Lladós. De toda la banda de indocumentados que han elevado las redes sociales, Lladós es uno de los pocos de los que se puede extraer algún mensaje positivo. Las críticas las pueden en cualquiera de las intervenciones televisivas que ha realizado, en las que por cierto, han salido bastante mal parados sus entrevistadores.
Lladós repite «fuck panzas». Una frase que esconde algo más. Hasta entrados los años ochenta, apenas había un gimnasio por barrio, cuando ahora los centros deportivos se multiplican. Sin embargo, el físico de los españoles es cada vez más preocupante.
Más allá del consumo de comida preparada, se ha generalizado el alcohol como elemento social en todas sus facetas. Lo que antes era un chato de vino de la bodega más cercano, es sustituido por cervezas extranjeras. La cerveza no es un producto tan asentado en España históricamente, pero en la actualidad se abusa de ella. ¡Estrógenos disparados, testosterona por los suelos!
Los destilados clásicos del Imperio Británico también han sido exportados a España. El alcoholismo en España pasa de acto social a consuelo social. Junto al aumento de las pastillas, millones de españoles recurren a las bebidas alcohólicas de forma solitaria en sus casas. Si se tiene en cuenta que el consumo de otro tipo de drogas, como el cannabis, también ha aumentado, la explicación al delirio social es más fácil de encontrar.