Enrique de Diego.
Ignacio Escolar, alias Preescolar -ahí estuvo magnífico le petit Losantos- eres uno de los representantes de la secta gnóstica en España, esa cuyos miembros están en posesión de la verdad oculta que sólo se desvela para los iniciados, mientras a los pobres mortales nos engañan los sentidos y vemos cosas evidentes, por ejemplo que tus amos nos fmuigan con chemtrails. Pero de tan gnóstico ya pareces que eres el tonto del pueblo.
Ya diste muestras de estar para allá o bien estar en posesión de una sabiduría arcana inarbacable para los sentidos cuando el 19 de agosto de 2016 tuve que titular «El ignorante ilustrado Ignacio Esclar presenta el burkini como lo último en liberación de la mujer»; el bañador integral de una pieza. Y hay decías unas chorradas gloriosas y utilizabas unos retruécanos abracadabrantes como «islamofobia de género» y decías algo ciertamente asombroso como que «no es que las musulmanas sean sumisas: es que son lo bastante rebeldes como para retar con su cuerpo al Estado racista». ¡Cómo sois los gnósticos sin lecturas! Parecéis, como digo, subnormales, porque los demás, pobres mortales, miramos a Afganistán, a Dubai, a Yemen, a Irán -donde encarcelan y apalizan a las mujeres que no cubren su pelo- y a todo el mundo islámico y no vemos más que sumisión y atropellos a las mujeres, pero es que los sentidos nos engañan y menos más que estás tú y otros como tú, porque tú solo eres el lacayo adiestrado de George Soros, para decirnos que las diversas formas de esclavitud tú sólo ves «feminismo islámico». Y la poligamia, y la mutilación genital, y el burka obligatorio, los matrimonios concertados, la mayoría de la edad de las niñas a los 9 años, como Aisa la última mujer de Mahoma, los «crímenes de honor» son diversas formas de «feminismo islámico». Menos mal que estás tú Ignacio Escolar, tan listo, Calixto, que si no nos dejaríamos llevar por los sentidos. Y en El Corán se lee: «De las quetemáis la desobediencia, amonestadalas, encerradlas en sus habitaciones,golpeadlas». Vamos, feminismo islámico en estado puro.
Es lo mismo que en el vídeo en que te refieres al asesinato cobarde, a traición, con un bate de beisbol…Hago un incisdo a tu lección magistral de gnóstico de segunda clase. Dices que «la persona asesinada en Dénia». Por lo menos te podías aprender el nombre y no es Dénia sino Gata de Gorgos, que se ha convetido en una ciudad sin Ley, el paraíso de la ocupación y el crimen, donde el pánico aúlla por sus calles de un pueblo alicantino otrora tranquilo. Bueno dices que tú escoria de medio tiene la «crisis climática» como «cuestión ideológica»; es decir, como un a priori o para que se me entiende que te pones las anteojeras de burro que te han mandado poner tus amos globalistas.Luego dices que no hay que convertir «la anécdota en dato», que no se te entiende que coño dices. Hombre, matar por un marroquí a un español, llamado David Lledó, escríbe cien veces hasta que los memorices, a traición con un bate de beisbol no es precisamente una anécdota, aunque luego añades que «España no está sometida a una grave pligrosísima» porque no está en la media europea. ¿Cuántos David Lledó deben morir para que te cuadre la estadística? Hombre, no se emigra, en principio, para matar. Algo os ha ssalido muy mal.Y añades gnósticamente que tampco tenemos un problema «asaltando inmigrantes ilegales españoles de bien». Pues cualquiera diría lo contrario: las cárceles están a rebosar de inmigrantes, sobre todo marroquíes, y en las cárceles catalanas desbordan tanto que son mayoría. Y este inicio de mes ha vuelto a marcar un nuevo récord histórico: la última actualización, con fecha 9 de mayo de 2024, revela que en la región hay ya 8317 personas en la cárcel. De éstas, un 49,44% tienen nacionalidad española. Por tanto, el 50,56% son de procedencia extranjera. Se supone que no están por capricho, sino por matar, violar y asaltar a españoles de bien. Claro que tú conoces una realidad que a los demás se ns escapa como buen gnóstico que eres y de eso cobras.Pero tus días de gloria han pasado, te vienen las vacas flaquísimas, porque no hay nada más insoportable que una dictadura cultural que te hace comulgar con ruedas de molino. El peor despotismo es la tiranía cruel de las ideas o de las paridas. Definitivamente, eres el tonto del pueblo.
