Javier de la Calle.
La venta de objetos sexuales ha aumentado en más de un 300% desde 2020 en España. En un país hundido en la miseria económica, nuestros compatriotas sí tienen dinero para estimular sus partes más íntimas.
El sexo tradicional está siendo sustituido a pasos agigantados por plásticos, como los vibradores que han dejado de ser un tema tabú a ser normalizados.
Está excitación sexual en busca del placer contrasta con el aumento, también exponencial, de las depresiones diagnosticadas en España. Es la hora de volver a lo que nunca se debió abandonar.