Luis Bru.
Lo enervante del brutal crimen de David Lledó en Gata de Gorgos, Alicante, es que era predecible pero el alcalde y el equipo de gbierno de Compromis, apoyado por el PSPV, lo hicieron inevitable. Ellos con cómplices morales. Es pura hipocresía la declaración de los tres días de luto, simplemente se ponen las banderas a media hasta. Es omo la lavada de manos de Poncio Pilatos.
Los tres marroquíes vinieron hace tres semanas de Barcelona, donde habían estado en la cárcel y ocuparon una vivienda. No venían a pagar las pensiones, ni mucho menos; se dedicaron a acosar a las mujeres, algunas menores. Se avisó la Ayuntamiento pero dijeron que «no era de su competencia». El alcalde, Josep Signes milita en la estupidez gnóstica y considera que el pecado original sólo existe en el blanco heterosexual occidental. La violencia de género sólo existe para Luis Rubiales y el pico con la lesbiana Jenni Hermoso. Los inmigrantes pueden acosar, abusar, violar a las mujeres. A lo mejor, para arreglar las cosas, deberíamos deportar a Josep Signes.
La Guardia Civil está sobrevalorada, ahora es una ponzona woke. A María Ferrer se le ha quedado una espina clavada: no haber denunciado cuando la abordaron. «Venía de entrenar, me paró un chico marroquí, le dije ‘¿pasa algo?’, porque creía que le pasaba algo, por ayudar… Maldita la hora. Tenía las ventanas bajadas y se me subió al coche», indica, y apunta a que el hombre «hizo intento de tirarse encima de mí». «Como pude me tiré del coche, me bajé, me fui a la farmacia y llamaron a la Policía. Cuando vinieron los agentes, el señor se echó al suelo, lo cogieron y se lo llevaron», rememora.
«Me llamó la Guardia Civil -continúa-, me dijo que me esperaban por si ponía una denuncia. Fui con mi hijo mayor. Allí me dijeron que daba igual que pusiera la denuncia, que iba a perder el tiempo, que él estaría un día y medio encerrado y luego saldría a la calle». «Me arrepiento de no haber puesto esa denuncia, me dijeron que no iba a pasar nada y sí, lo ha pasado, nos han matado en vida», concluye la mujer. La otrora Benemérita le aconseja no denunciar. ¡Qué vergüenza! ¡Qué asco!
Los medios de comunicación practican la estupidez gnóstica en grado máximo. El diario Información, el Levante, Las Provincias han hecho equilibrios de mutismo para no informar. Estas escorias han minimizado el asesinato de David Lledó. No han informado de la nacionalidad de los asesinos. Ni tan siquiera.
La criminóloga gnóstica Carmen Corazzini se merece la deportación por apología del asesinato. No tenían intención de matar,dijo, cuando le remataron en el suelo de varios golpes.
Un fallo sistémico que pagó caro el contribuyente David Lledó.