Javier de la Calle.
Decía el clásico, el número de los tontos es infinito. Pues estaba equivocado. El lobero vasco Ibai Llanos, ahora más conocido por su monstruosa almorrana, los va a reunir a todos en una de sus cutres veladas y los tales caben en el Estadio Santiago Bernabéu, siempre disponible con el tío Florentino Pérez para estos eventos chorras.
Al César lo que es del César y al mórbido de Ibai lo que es suyo. Vender 80.000 entradas puede ser uno de los últimos éxitos del streamer vasco, cuya salud es más que delicada. Ibai Llanos (o mejor dicho, el equipo del que lo rodeó Roures por mediación de Piqué) conoce a la perfección a su público, y sabe de su aborregamiento.
Ironías del destino, el boxeo prácticamente desapareció de España por orden de El País, que lo consideraba un deporte violento que representaba a la vieja España franquista que encarnaba Urtain. Ibai ha conseguido que se vuelva a hablar de boxeo, pero no por los cinturones que se vayan a disputar, sino por el espectáculo de los streamers que suban al ring. No es una cuestión deportiva, sino de poder de convocatoria, el cual han conferido los padres a Ibai al pagar las entradas a sus hijos, para que sean más imbéciles y queden fascinados por su propia estupidez.
Un espectáculo en el que habrá actuaciones musicales, principalmente de artistas sudamericanos. El 13 de julio, el Santiago Bernabeu que tantas veces ha sido escenario de gestas deportivas, se llenará de niños zombies al grito de un Ibai, que a tenor de sus últimas imágenes en silla de ruedas, podría sufrir algún fallo cardíaco que haga de su fiesta un funeral y en cualquier caso con la monstruosa un suplicio.