Sin comerlo ni beberlo,
y sin para quererlo,
resulta que soy productor,
de ti, que no tengo el gusto,
a la fuerza ahorcan, como impostor
con notable disgusto,
y no me llegan gratis ni entradas ni plataformas,
pero según Pedro Almodóvar
me debo dar por satisfecho con el robo,
pues lo devuelven con sus impuestos,
y digo yo, para no pasar por bobo,
no entiendo que me dejan tuerto,
cuando se puede quedar en sus formas
y no mover de aquí para allá el dinero
que luego acaba en su Sicav o en Panamá,
que lo mismo les dará,
que no salga de mis bolsillos
y no se lo lleven los pillos
que abundan en los titiriteros.
Sálamo, que no Salambó,
a la que no llega a los pies,
personaje femenino cartaginés
del gran novelista francés,
Gustave Flaubert.
Aparte de sacarme los cuartos
con violencia esta actriz subvencionada,
resulta que es vegana
por aquello del bienestar animal
pero esa es tara muy mundana,
por no decir muy marrana,
que al hombre le viene mal.
Pero Sara, convenientemente subvencionada,
ataca al hombre de una manera bestial.
Y así vegana
por la noche y la mañana
nos tiene a Isco
hecho zisco.
Que fue de aquel chaval
de joven tan jaranero,
futbolista de postín y algo torero
que bajo la efigie de Franco
y el águila de San Juan
se metía su buen taco de jamón,
y era todo un campeón
con su gorrita de blanco.
Que de aquel joven que prometía,
que le daba bien al balón
y se la metía a la novia del orejón.
Que Sara Sálambo tiene a Isco
hecho un auténtico zisco.
Con la próstata amenazante
y una lesión muscular.
Que comer, come bastante,
pues está algo fondón,
de ingerir tanto coliflor
y no meterse al coleto un buen filetón
que es cosa que de aquí en adelante
viene muy bien al campeón.
Y la Sara empoderada
con su garrulo feminismo,
que todo le da lo mismo.
no le da más que ensalada
así que Isco
está hecho un zisco.
Y así en La Moraleja
de izquierdas presume Sara,
que tiene mucha cara
y está cada día más vieja,
que es cosa natural,
aunque a él le vaya la jara
y el conveniente sedal.
Tu feminismo woke ha acabado,
está gloriosamente desfasado,
está brutalmente anquilosado,
manido, huero y desgastado.
Deja de meter tu sucia mano en mi cartera
que hay muchas palabras que riman, vil hortera.
Ni en Sumar ni en Podemos
y en el PSOE, mucho menos.
Que no se pede soportar
una demencial dictadura cultural.
Que te aguante Isco
que lo tienes hecho un zisco.