Javier de la Calle.
Ana Peleteiro ha batido su récord de barbaridades en una entrevista con el digital deportivo woke Relevo, de altas périddas; el año pasado perdió 6 millones. La atleta dice sufrir una campaña de racismo, aunque debe ser una persecución invisible, porque acapara el protagonismo en todos los medios del sistema.
Es la hora de poner los puntos sobre las íes. A Peleteiro le ha funcionado fenomenalmente bien el discurso victimitas para conseguir patrocinios como el de Iberdrola. Por su presencia en la prensa cualquier pensaría que su palmarés es similar al del gallego David Cal, que logró cinco medallas olímpicas. Pero no, Peleteiro solo tiene un bronce olímpico y ha protagonizado decenas de fracasos. Para los Juegos de París, Peleteiro se frota las manos por la ausencia por lesión de la venezolana Yulimar Rojas, gran dominadora del triple salto femenino.
Una modalidad que en España no le interesa a nadie, pero Peleteiro es parte del sistema y tiene carta blanca para decir tonterías. «La ignorancia llega a niveles extremos en la sociedad, pero la gente buena y la gente realmente española es consciente de la realidad», dices en Relevo, y no te falta razón, porque estás para que te encierren en un frenopático. Pides una ley antirracismo con penas severas, para cualquiera que se atreva a contradecir tu narrativa.
Puedes solicitar que tu tribunal inquisitorial se estrene con este juntaletras. «Hoy en día ya me dirás tú qué española hay de pura cepa cuando estuvieron aquí los árabes ochocientos o novecientos años», afirmas, con el silencio de José Manuel Amorós, el periodista de Relevo que te entrevistó. Será que su medio también querrá beneficiarse de alguna subvención por el racismo. España tiene una historia como ningún otro país, pero los habitantes de la Península Ibérica nunca han sido negros. Haces referencia a los moros, y te olvidas de la Reconquista, porque España no es ni será musulmana.
«Mi madre biológica es de Coruña, mi padre imagino que será negro, porque si no este color no sé a qué se debe», comentas. Ana, deberías prestar más atención a la naturaleza y menos a TikTok. Tú misma te contradices. No sabes de dónde es tu padre pero vienes a decirnos cómo es España y a censurar la identidad de una nación. Salta, salta un poco más a ver si llegas a otro país donde te bequen tanto como en España.