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Carta del Editor: Fernando Alonso es una pésima persona, vendido a las satanoélites globalistas

Redacción




Enrique de Diego.
En esta guerra cruel y despiadada, el oscuro objeto de deseo son los niños, los más indefensos, los que más necesitan ser protegidos, incluso con la vida. Conscientes de ello, las satanoélites utilizan los artistas y los deportistas de élite como gancho de popularidad para lanzar su mensaje abyecto.
Tienen una gran responsabilidad en la masacre que se está perpetrando, aunque algunos demuestran ser un pedazo de carne con ojos, y más simples que Capeto y más tontos que Abundio, y no tienen ni puta idea de timo vacunas, peroran de lo que no saben y se pliegan al discurso oficial de las satanoélites globalistas.
En España destacaron en ese desmerecido papel de sicarios de las farmacéuticas Rafa Nadal o Rafa Fatal, Pau Gasol, que no es más bobo porque no es más alto, el Kun Aguero, que el pobre no es muy listo, y Fernando Alonso, corredor de Fórmula 1. Dos han pagado cara su servidumbre: el Kun que le dio una cardiopatía y aún duda de si fue la timo vacuna la causante y Rafa Fatal, que no levanta cabeza, está de capa caída, medio calvo, él que gustaba lucir su melena, y notablemente avejentado.
Reconozco que ahora no sigo ningún deporte ni a ningún deportista sabedor del baratillo con que son comprados estos garrulos. Así que mis juicios son como personas abyectas y no como deportistas de competición. Ocurre que se deben a sus patrocinadores de los que son meros peleles y hablan sin saber ni informarse. Es el caso penoso de Fernando Alonso que primero fue apoyado por Alejandro Agag, después por el Banco de Santander y ahora por los saudíes, con su petrolera Aramco, sin haber dejado de ser nunca embajador de la pútrida Unicef, que es uno de los instrumentos para la eliminación de población. En calidad de tal se prestó a felicitar al G 7 por las timo vacunas COVID y ahora es reincidente deseando que se timo vacunen a todos los niños del mundo, para que los maten o los dejen tullidos, con el autismo.
Se atreve el gilipuertas a escribir en twitter que  «esta semana es la Semana Mundial de la Vacunación y junto a @unicef tenemos el objetivo de seguir trabajando para vacunar a todos los niños y niñas. Una carrera que no terminará hasta que vacunemos a los millones de niños y niñas que cada año se quedan sin las vacunas que necesitan. Esto solo lo conseguiremos con vuestro apoyo. ¡GRACIAS!».
Vaya por delante lo que dice la Catedrática María José Martínez Albarracín de que «nadie ha demostrado nunca que una vacuna haya prevenido o curado una enfermedad». Las experiencias traumáticas se acumulan para echar abajo esta patraña así como el muy desafortunado y mentiroso mantra de que «han salvado muchas vidas», cuando se han salvado por la mejor higiene privada y pública y la mejor alimentación, mientras el autismo, por ejemplo, es una enfermedad moderna que sólo se da en niños timo vacunados, además de la esterilización de multitud de mujeres africanas por las timo vacunas del tarado genocida de Bill Gates y de la escoria inmunda de Unicef, para los que pone el careto y hace afirmaciones tan abyectas el tosco Fernando Alonso, que demuestra ser una mala persona y u juguete de los globalistas. Así es, repito: Fernando Alonso es una pésima persona y está vendido al pútrido globalismo. Es un pro timo vacunas asesino que tendrá que responder por sus actos criminales.
Ocurre que ahora tenemos una juventud degenerada que arregla el mundo desde su silla y su ordenador y que idolatra a estos personajillos, que ve mucha televisión, mucho la satánica Netflix, y muchos de estos seguidores coinciden conmigo en la red social Twitter, que yo utilizo como medio de comunicación para lanzar mensajes, pero la peña alonsista ha demostrado su fanatismo mostrenco. Dejó aquí, como muestra, lo que dice uno de estos fanáticos: «Pocos pinchazos. Un verdadero alonsista llevaría 5 banderillas ya». Todas las bromas tienen algo de verdad.
Y no está de más recodar lo que decía el manager masónico de Fernandito Alonso, que no gana un campeonato desde hace 16 años, Flavio Briatore sobre los heroicos no vacunados: «las daría una patada en el trasero para que se vacunes. Locos, criminales» y, tras denominarnos este mostrenco mastuerzo, «delincuentes» consideraban que «deberían quedarse encerrados en casa». Criminales Briatore y la escoria de Fernandito Alonso. Y de gente muy cercana, de su propio equipo…
Como tercia, mi amigo Mike Sala: «no hacen falta ídolos. Hacen falta ejemplos». El único ejemplo de humanidad que ha estado a la altura de las duras circunstancias ha sido Novak Djokovic.