Llegamos a una de las estrellas del wokismo de Relevo. Mayca Jiménez, redactora de fútbol femenino. A Mayca le preocupaba que no pudiesen llevar las jugadoras un brazalete con la bandera arcoíris.

Preocupaciones del primer mundo.
Mayca volvía al ataque el 23 de marzo de 2024, es decir el pasado sábado, para hablarnos de lo bonito que es que las jugadoras tengan relaciones lésbicas en los equipos.
Hoy, Relevo se alinea con la prensa anglosajona para calificar de racista a España, recordando un partido entre España e Inglaterra en el Bernabéu disputado en 2004. La prensa inglesa dijo que hubo un escándalo racista, pero allí no pasó nada. La FIFA abrió un expediente pero finalmente no hubo ninguna sanción.
Nagore Domínguez, alumna feminista de Mayca, escribió que Megan Rapinoe, una futbolista lésbica, había ganado a Trump. Quizás por eso las encuestas den ganador a Trump para noviembre.
Momento de hablar de la comisaria política de la redacción, Sandra Sánchez Riquelme, que dijo que las continúas exigencias de las futbolistas de la selección eran despreciados por hombres que decían «que pesadas las feminazis». Una lumbrera esta Sandra.
Mayca Jiménez destaca entre toda la inmundicia woke con su artículo «Una ocasión fallada y las mismas mofas machistas de siempre». La obra cumbre de una redacción que acumula 11 millones en pérdidas.
Ya se sabe, que el wokismo es parasitario y altamente gravoso.
Tras una jugada de patio de colegio, Mayca se afana en demostrar que las críticas por el bajo nivel del fútbol femenino son ataques machistas. «A los ‘Manolos’, tal y como nos referimos en lenguaje informal a este grupo de cuentas, no se les pasa ni una», dice Mayca. La juntaletras de Relevo concluye su artículo al enredarse con las palabras como las futbolistas lésbicas con el balón: «Por generar ese rechazo que da sentido al feminismo que encabezan muchas jugadoras a través del fútbol. Siguen sin entender lo que no pararemos de explicar. Mientras tanto, ¿por qué no apagas la tele, Manolo?» Mayca revela en el cierre del artículo que realmente el fútbol femenino no es más un arma del feminismo.
Relevo, ya se sabe, no ha relevado a nadie, y pronto cambiará su hombre por el de Cierre y la humanidad no habrá perdido nada aunque Vocento ya se ha dejado 11 millones de euros. El globalismo no se traga, no vende.