Enrique de Diego.
No vas a ser el que diga la última palabra sobre el 11 M. César Vidal, porque cada una de tus palabra son groseras mentiras, indignas de ti; son de un profundo relativismo moral o de pensamiento esotérico o gnóstico si atendemos al deleznable y pestilente libro de un tal Lorenzo Ramírez que, sin rubor alguno, sin pericia ni de manipulador, pues de lo que se trata, habla de «claves ocultas». La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero, y Lorenzo Ramírez no tiene ni la dignidad del porquero de Agamenón.
Pero, tú César, con la cantidad de mentiras al peso que dices en tu prologo y que suenas a Losantos y a Del Timo, demostrando que no tienes ni puta idea del 11 M, que no has investigado nada, que no te has molestado en levantar el culo del asiento, vas y dices que: «Los colegios vascos prohibiendo a los niños que lleven comida al recreo porque están en Ramadán. Durante décadas han practicado el nacionalismo más racista y asqueroso provocando el exilio de cientos de miles de vascos. Ahora serán devorados por el Islam. Hay justicia cósmica». ¿Con que autoridad moral dice eso, en lo que tienes toda la razón, cuando tú, y es gravísimo, te dedicas blanquear a terroristas islámicos, autores de la mayor masacre de cristianos habida en España, y que lo intentaron otra vez en el AVE? ¡A qué no te has enterado que tu querido Jamal Zougam, al que tu sitias, contra los testigos indubitables, en un gimnasio y no en los trenes, como digo, los testigos a los que Casimiro García Abadillo tuvo la osadía de irse a Rumanía a que cambiaran su testimonio? Si tú eres el mayor amigo de los terroristas islámicos, el mayor cómplice de ellos, con Losantos, con el que no has roto el cordón umbilical, y a Luis del Pino, mejor, Del Timo. ¿O no te has enterado que, en la cárcel, el tal Jamal Zougam, asesino en serie, era la cabeza de una red de terroristas islámicos que conspiraban para matar funcionarios de prisiones infieles? A lo mejor la noticia no llegó a Miami…
¿A qué viene sembrar dudas sobre mi amigo Pedro el Tedax con la mochila de Vallecas que, mediante su heroísmo, llevo a la detención de Jamal Zougam? Las sociedades se salvan por hombres como Pedro el Tedax y no por relativistas morales como tú, César Vidal, y tu lacayo Lorenzo Ramírez, que vaya horterada de sección la de «Despegamos». Y cómo te atreves a mentir groseramente con que no se hicieron autopsias a los suicidas de Leganés y pones en duda el suicidio y la deflagración del piso que le costó la vida a Francisco Javier Torronteras, cuyo heroísmo tú ninguneas, convirtiéndolo en una parodia, jodido relativista. El 8 mandamiento de la Ley de Dios es «no mentirás» y tú sobre el 11 M mientes en todo y manipulas diciendo que la versión oficial se tambalea, como si se tratara de un tebeo, cuando hay 193 víctimas a las que tú no respetas ni el sonriente Lorenzo Ramírez, tan pègado de su imagen como otro tonto del haba, Rubén Gisbert. Y lo trenes, que después de los exhaustivos informes periciales, se destruyeron, por orden de Francisco Álvarez Cascos, porque qué otra cosa se podía hacer, ¿enviártelas a tu casa? Hombre, qué estamos hablando de cosas serias, y de no fantasías animadas de ayer y hoy. como pretendéis tú, César Vidal, y el pazguato del tal Lorenzo.
Mira, alma de cántaro, cuando sucedió el 11 de marzo de 2004, que creo recordar que tú eras entonces una furcia mediática consumada, se debía haber aprovechado para explicar qué cosa es el islam para perpetrar un atentado salvaje como la masacre de Atocha, qué se enseña en la mezquita de la M 30, donde se formaron en el salafismo los asquerosos terroristas, para pedir su inmediato cierre y deportaciones masivas.
Y penoso, has tratado de convertir en una víctima o una heroína a la exjueza Coro Cillán. Escribes en twitter que:
«Hubo una juez – se llama Coro Cillan – que pretendió seguir investigando el 11-m. Le hicieron la vida imposible, la sacaron de la carrera judicial y la encerraron en una institución para enfermos mentales. Ahora que han prescrito los delitos… la dejarán salir a la calle?» Lamentable ponzoña indigna del mínimo de sentido humanitario, impropia hasta de tu bajeza moral, César. No mientas, no manipules, que Coro Cillan vivía y dormía en el Metro. Eres lo más rastrero.
He hecho del periodismo una vocación en incesante búsqueda de la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad, nunca he mentido, así se gana credibilidad. Aunque algunos les guste que les mientan las furcias mediáticas.