Enrique de Diego.
Jorge Bergoglio y su secta bergogliana naufragan en el ridículo más espantoso y en la más atroz herejía y están pidiendo a gritos un Cónclave real, legítimo que dote a la Iglesia de Cristo, al resto fiel, de un auténtico Papa y no de un pelele de la mafia de San Galo (ver en mi libro «Bergoglio, el cojón del anticristo», las razones y pruebas de por qué está excomulgado latae sententiae). Quien está en comunión con Bergolgio, es un blasfemo, un heresiarca y va seguro por el camino de la perdición, que conduce directamente al infierno, donde va a ir seguro Bergoglio, porque ha cometido mil veces el pecado contra el Espíritu Santo, el único que no se perdona.
El cardenal Sarah sobre la mierda de Fiudicias Suplicans ha dicho: «Una herejía que socava gravemente a la Iglesia porque es contraria a la fe y la Tradición». Y el cardenal Múller recordó le doctrina de San Carlos Borroemo de que cuando un Papa es hereje, cuando se aparta del depósito de la Fe y la Tradición, debe ser depuesto inmediatamente,
Ese documento es obra de un pornógrafo aficionado que ahora está al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el soberano imbécil de Tucho, Sobre su libro «La Pasión Mística» reproduzco lo que escribe u hombre ecuánime como el profesor Javier Paredes en Hispanidad.com: «Acabo de leer un libro escrito por lo que sólo puedo atribuir a una mente perversa. Y lo he hecho porque me he sentido obligado a hacerlo antes de escribir este artículo. Nunca había pasado por algo tan desagradable en mi vida. Nunca me había encontrado con tanta bajeza y perversión, como las que destilan las páginas de esa porquería que se titula La Pasión Mística, editada en México, en 1998″.
La gravedad del momento estriba en que el cardenal Sarah tras proclamar que se ha cometido una grave herejía en un documento elaborado por el pornógrafo sodomita que lleva la firma de Bergoglio le llama Papa al heresiarca. Y el cardenal Múller hace lo propio. E Infovaticana retorciendo la realidad tituló el artículo sobre esa ponzoña de Fiucidicias Suplicans con un terrible «el Papa claudica», como si hubieran forzado la voluntad de Bergoglio y no fiera un plan urdido por el jesuita argentino. Hora es de que cada uno asuma su responsabilidad y se convoque Cónclave que devuelve a la Iglesia al camino de la ortodoxia o van todos contra la Comunión de los Santos, por el camino de la perdición. Y hay que temer más a Dios que a los hombres.
Cristo es Camino, Verdad y Vida aunque seamos doce como al principio proclamándolo.