Enrique de Diego.
Guarra, so cochina, que esputas y te limpias los mocos de la nariz con la mano, Mónica García, MeMa, en plena rueda de prensa, sin bozal en contra de lo ordinario para las de vuestra especie, y precisamente en rueda de prensa con motivo de anunciar la obligatoriedad de las malditas mascarillas, que ningún bien hace y sí perjudican notablemente, en los centros hospitalarios y centros de salud, que ya los utilizasteis a los satanarios como asesinos en serie y las malditas enfermeras de la muerte, en el gerontocidio matando a nuestros ancianos quemándoles los pulmones con oxígeno puro y luego la masacre de las timo vacunas, y todavía sigues, cochina, so cochina, que ni tienes educación, y te ríes encima con esa cara de pánfila que te gastas.
¿Qué es Hipocresía?
¡¿Y tu 6 me lo preguntas, exigiendo que más de un 99% de SANOS sean obligados a llevar mascarilla para Proteger Al Otro; mientras toses y sorbes mocos en un interior, sin protegernos con TU mascarilla?!
¡Hipocresía eres tú!#Desobediencia #MascarillasNo pic.twitter.com/PLFKVyO75x
— plaforscience (@plaforscience) January 10, 2024
Mascarilla debías llevar tú, como condena perpetua, tras los juicios sumarísimos, que llegarán, ya lo creo que llegarán. Si es ilegal esa salvajada acientífica, que sólo es reminiscencia de la dictadura sanitaria que habéis querido imponer y os la habéis tenido que comer con patatas. Igual que los del PP como ese Carlos Mazón que no sabe de nada salvo de lamer el culo a sus amos, y el Fernando López Miras que sólo sabe comer a dos carrillos.
Pero, MeMa, la más MeMa de todas, mira si eres descerebrada como representante zurdera garrula y mostrenca, que te hiciste una foto haciendo footing cuesta arriba y con el freno echado, para mostrar que es posible ir embozada corriendo. Supersticiosa, contra toda evidencia científica, que te has rodeado de una equipo de incompetentes totalitarios, que ninguno vale más que lo que costó de bautizar.
Las pagarás, vaya que las pagarán. Desobediencia civil. Quedadas ante los centros hospitalarios y entrar trescientos en tromba. Y se acabó la broma, so cochina.