Luis Bru.
Si hubiera decencia y moral en este mundo; si hubiera decencia y ética en la Real Academia de la Lengua se habría aceptado el vocablo repentinitis, ideado por Fernando López Mirones y popularizado por Rambla Libre. Dícese de la muerte súbita del adulto que se produce cuando sucumbe fulminado sin remisión por parada cardiorrespiratoria a causa de la proteína espiga que le ha sido inyectada por la timo vacuna asesina.
Nada hay más importante noticia en el mundo actual que la sobremortalidad que hace estragos cada día. Si hubiera decencia y ética en el periodismo, y no estuvieran todos vendidos al globalismo y a Black Rock, sería el triste acontecimiento del año. Merecería la portada de la revista Time.
Personas anónimas que se desploman por la calle, que se acuestan a dormir y ya no se levantan, y ¿qué sucedería si un famoso cantante se desploma en plena actuación ante miles de seguidores? Han sido ya varios. El último el cantante brasileño Pedro Henrique, de 39 años. Se tuerce como un guiñapo y cae muerto. La muerte como espectáculo macabro. Ya se sabe, si vas al concierto llévate, por si acaso, el ataúd.
🇧🇷 El cantante brasileño Pedro Henrique, de 30 años, sufre un colapso y muere durante una actuación en directo. pic.twitter.com/komLLefxDj
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) December 14, 2023
Los artistas se timo vacunaron en masa porque si no les impedían viajar. Aunque otros demostraron una pasión por la timo vacuna como la actriz Itziar Castro, que lo pagó con su vida. Junto a la repentintis ha aparecido el turbo cáncer; dícese del cáncer que aparece en estado terminal consecuencia de la timo vacuna. Así ha fallecido María del Carmen Barciela, 55 años, farmacéutica, esposa del Conseller de Sanidade, Julio Gómez Comesaña, responsable director en el asesinato de su esposa y de cientos y miles de gallegos.
En el último mes han muerto algunos de los más fervorosos del pinchazo y de los más totalitarios. Aquí, en España, el hermatocrítico. Y en Canadá el periodista muy totalitario, a sueldo del Foro Económico Mundial, Ian Vanduelle, favorable de utilizar el palo y la zanahoria contra los no timo vacunados, y que al final ha tenido la caja de pino que tenía bien merecida.
El fútbol está haciendo su aportación escalofriante a la repetinitis. Todas las semanas hay partidos que se cortan o se suspenden cuando algún aficionado o algún jugador se desvanecen. En el fin de semana del 17 y 18 de diciembre un jugador en el Bournemouth-Luton se desvaneció sin intervenir en el juego; un aficionado también se desvaneció en El Eldesne-Rácing -aquí la prensa lacaya y vendida como el As se inventa un golpe de calor en diciembre- y otro jugador, de 30 años, murió en el campo del Tánger.
Más sangrante es la muerte de un niño de 9 años del C. D. Noblejas, Toledo, que murió por parada cardiorrespiratoria, Walid Boubidi Rufi.