Los datos confirman cómo la salud mental se ha deteriorado progresivamente en los últimos años: si justo antes de la pandemia, en 2019, la prevalencia de los trastornos de este tipo era de 324,8 por cada 1.000 habitantes, dos años después fue de 369,5. Depende del sexo: mientras la tasa en hombres fue de 332,2, la de mujeres se situó en 405,3.
Y también de la edad: la frecuencia aumenta con los años -los valores más bajos se dan en el grupo de 0 a 4 años (91,4) y los más altos entre los 90 y los 94 (578,4)- siguiendo “un patrón por sexo definido”, ya que durante la infancia y adolescencia afectan más a los hombres, y en la juventud y etapa adulta a las mujeres.
La situación tampoco es igual según la comunidad: la mayor prevalencia ajustada por edad aparece, como se anticipó, en Canarias (458,1); Comunidad Valenciana (455,7) y Murcia (426,7), cuando la nacional es de 357,2. Por el contrario, Castilla-La Mancha (93,3) y Euskadi (293,3) presentan las cifras más bajas.
El 37% de la población padece algún problema de salud mental, pero a partir de los 75 años, el porcentaje se eleva al 50%.
Ansiedad
La ansiedad es el problema por antonomasia: en 2021, los centros de atención primaria diagnosticaron 126,9 casos/1.000 habitantes, un 33,7% más que dos años antes. La sufren el doble de mujeres que de hombres (165 frente a 87), aunque en ambos casos se ha duplicado desde 2016, cuando la tasa femenina era de 78,9 y la masculina de 40,3. Así, cerca del 17% de las mujeres y del 9% de los hombres tienen este trastorno, que alcanza su pico en el grupo de mujeres de 50 a 54 años.
Por detrás están los trastornos del sueño y depresivos, que también van al alza: los primeros se han disparado un 58,8% (de 49,6 en 2016 a 78,8 en 2021), mientras que los segundos han subido casi un 20% (de 39,1 a 46,8).
El trastorno más frecuente en menores de 25 años es también la ansiedad (35,7), que en ese bienio subió un 40,7%, aunque en este caso va sucedida de los trastornos específicos del aprendizaje (31,2) y los problemas hipercinéticos (26,5), que se han incrementado un 36,2% y un 11,9%, respectivamente.
Más antidepresivos
España es el país de mayor consumo de benzodiacepinas del mundo; en la última Encuesta Europea de Salud, un 10,8% de la población respondió haber tomado algún tranquilizante en las últimas dos semanas. Y en este apartado, las mujeres, con el 29,6%, vuelven a doblar a los hombres.
Según datos del Ministerio de Sanidad, el año pasado las oficinas de farmacia dispensaron con cargo al SNS 98,81 dosis diarias de antidepresivos por cada 1.000 habitantes y día (DHD, la unidad de medida estandarizada más habitual para calcular el uso de cualquier medicamento), un 22,85% más que en 2018 (80,43). Aunque con enormes diferencias por comunidades: mientras Galicia llegó a las 146,78 y Asturias a 144,57, Madrid apenas registró 81 y Navarra y La Rioja poco más de 91. Un repunte menor presentaron los hipnóticos y sedantes, en los que las DHD han aumentado de las 32,55 de 2018 a las 35,21 de 2022.