Enrique de Diego.
Resulta absolutamente penoso que la reina de España, Letizia Ortiz, sea una satanista. Que Felipe de Borbón, al que le pueblo describe con maestría como el felpudo, este casado con ese engendro, y que las revistas del corazón y demás prensa oficialista la ría las gracias.
Todavía esta en mi memoria cuando se fue a casar con ese hombre sin personalidad y sin atributos y se descubrió que no estaba bautizada. Luego nos enteramos que uno de sus abortos fue diez días antes de formalizar sus relaciones con Felipito, que siguió la tradición paterna del derecho de pernada sobre Prado del Rey, sede de TVE.
Deprisa y corriendo, Antonio María Rouco Varela le dio una catequesis muy mal aprovechada e hizo el ridículo el cardenal y cometió sacrilegio Letizia Ortiz, convirtiendo dos sacramentos, como son la Eucaristía y el Matrimonio en un aquelarre.
Menos mal que no va a durar mucha de reina, porque el pueblo español ha tenido que tragar sapos y culebras como cuando, en 2021, España fue sometida a la indignidad de la concesión del Premio Princesa de Asturias a María Abramovic, quien ejerce de suma sacerdotisa del culto satánico, con performances de mal gusto, con semen, seos y excrementos.
La autora intelectual de esa desafuero luciferino fue Letizia Ortiz quien en la inauguración de la Feria del Libro de 2015 se perdió, luego del acto oficial, para adquirir el libro de ocultismo satánico Ángeles fósiles de Alan Moore, un autor que bebe en las fuentes de Aleister Crowley, un satanista que fundó una secta para acabar con el cristianismo y que practicaba rituales donde tenían lugar todo tipo de aberraciones sexuales. Letizia Ortiz hace ostentación de aversión a las cosas sagradas siendo incapaz de hacer la bendita señal de la Cruz cuando, por protocolo oficial, asiste a la Misa del Apóstol Santiago. Hipócrita, incoherente, porque la coherencia sería que no pisara en la Santa Misa, para no tener que hacer el feo gesto de mantener sin santiguarse.
Pero esta diabólica se ha creído que satán les va a mantener en Zarzuela y la corona va a pasar a su hija Leonor, otra que tal baila, que no es capaz de mirar a Nuestra Señora del Pilar. Se cree que los declaradamente satánicos Rothschild y Rockefeller les van a mantener en el trono y sus abusivos privilegios. Todo se les va torciendo con su sistema de pastaflora y su monarquía de juguete saltando por todas sus costuras y haciendo aguas por los cuatro costados. Ha hecho mal apuesta la satánica Letizia, el hombre sin atributos Felipe, vendido a la satánica agenda 2030, y Leonor, en alero, que ha jurado derramar hasta la última gota de su sangre azul por una unidad de España quebrada por Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.
Mal aliado ha elegido: satán primero te miente ofreciéndolo todo y luego te destruye. Delenda este monarchia.