Miguel Rodríguez.
Tailandia está de moda y tal vez no sea para nada. Decía Jefferson que quien cambia su libertad por un poco de seguridad al final no tiene ni la libertad ni la seguridad y España es el mejor ejemplo de ello. Durante años hemos vivido en una especie de autismo colectivo en el que una gran parte de la población estaba contenta con lo que tenía, ya que según ellos era difícil de mejorar un sistema que te ofrecía todo gratis. Sin embargo, el socialismo se acaba cuando se acaba el dinero de los demás, como decía Margaret Thatcher, y ahora nos encontramos con los resultados de una fiesta sin final en la que el lema ha sido defendamos un servicio público gratuito y universal.
Al fin hemos llegado a la cumbre del Estado buenista y progre
Pues bien. Ya tenemos lo que querían esos personajes, que no son ninguna minoría, puesto que al final se ven representados por igual por PSOE y PP. Por el propio Vox, que es el partido más socialista que te puedas encontrar. Y es que ya nos encontramos en la Cuba socialista de Fidel Castro. El paraíso del todo gratis, pero sin el todo. Porque se empeñaron tanto en que tenían que ser gratis las cosas que se han olvidado de dos principios muy importantes. Lo primero es que la calidad también cuenta y no solo el que sea algo gratis. Y lo segundo es que esos servicios públicos gratis cuestan un dineral, luego no hay manera humana ni física de que puedan ser gratis.
Este retraso mental colectivo es una fantasía utópica que ha convertido a los políticos en grandes empresarios, que manejan algunos de los mayores presupuestos del mundo y además sin tener ni p*** idea de cómo hacerlo. Un todo gratis que consiste en meter en la Caja Mágica de las arcas del Estado todo el dinero que podamos ganar trabajando duramente. Que ya vendrán los políticos Robin Hood a dárselo a los pobres, inclusive a los que no han cotizado nunca por la sencilla razón de que ni siquiera son españoles.
El saqueo fiscal que sufre España no es lógico y responde a un retraso mental colectivo
A una falta total de autoestima y sentido común colectivos, que nos impide valorar nuestro dinero y el fruto de nuestro trabajo como comunidad.
Por eso estamos como estamos con una deuda abismal que no vamos a poder pagar nunca, y que constituye una de las razones por las que los políticos siempre se empeñan en distraernos. Pero la realidad tozuda es la deuda del saqueo monumental que suponen los impuestos de todo tipo, por los cuales no obtenemos ninguna satisfacción directa ni indirecta, ya que las listas de espera en la sanidad son de muerte y si te ocupan la casa tampoco te pueden ayudar. No digamos nada si además tienes un juicio, porque se te puede juntar con el juicio final perfectamente, pero ellos siguen cobrando y subiendo los impuestos como si lo estuvieran haciendo de p*** madre.
Este exiliado fiscal tailandés del que iba a hablaros, en realidad, es español, pero se largó de aquí porque se resistió con dos pelotas a ceder bastante más de la mitad de lo que gana a un Estado que en realidad es una escombrera. En el que ni siquiera los más progres de toda la vida ya están cómodos. Porque es imposible que nadie pueda estarlo ya.
En Tailandia se paga un 20% de los impuestos que pagamos aquí
Eso significa que la gente se puede gastar el dinero en lo que realmente necesitan y dárselo al panadero o al ferretero o al camarero, que es la mejor obra social que podemos hacer: dar el fruto de nuestro trabajo a otros trabajadores a cambio de bienes y servicios. Y todo lo demás son milongas de los políticos robinhoodianos: pobreza para todos a repartir en lugar de crear auténtica riqueza por medio del trabajo y el ahorro.
En Tailandia yo pago entre un 10 o un 12% de impuestos, nos cuenta este exiliado en su canal, lo cual puede causar auténtica risa a un español medio que tiene que trabajar hasta agosto para pagar todos los impuestos anuales que le llegan por todas partes.
El Gulag de Hacienda y la Seguridad Social
¿Cómo es posible que podamos seguir aguantando esta basura y encima seguir votando como si nada? ¿Acaso va a cambiar algo si siguen siendo los mismos los que están administrando este gulag nacional en el que no puedes escaparte nunca de la Seguridad Social? Y encima no se entretienen contándonos las aventuras de los posibles muñecos de trapo que tienen ahí para ser presidenciables, evidente que esa gente no puede hacer nada. Ni siquiera con sus propias vidas, para empezar, si tenemos en cuenta que los currículums de estos salvapatrias que ofrecen auténticos mínimos no tienen ninguna experiencia laboral real demostrable.
Y en el otro lado de la moneda estamos los currantes
En especial los autónomos, que somos la columna vertebral de la economía de la nación y que terminamos expoliados cada mes. Es todo pagar en Hacienda y a la Seguridad Social y cuando acabas de pagar resulta que todavía te queda otra cosa que todavía no habías pagado. Y si se te olvida apagar cualquier cosa te meten un recargo del copón para que aprendas disciplina, no sea que se te olvide que estás en un gulag y no en un Estado de Derecho de nada. Eso queda muy bien para decirlo en los mítines electorales, pero la verdad es que todos los curruelas de este país vivimos en un infierno fiscal. Y a los jubilados también le roban después de haberles saqueado durante toda su vida, no vaya a ser que se les olvide también para que trabajaron tanto. Para llegar a este futuro de m* en el que somos una masa informe a la que siguen trayendo personas, los inmigrantes, la mitad de los cuales por lo menos vienen gracias a mafias que los explotan y lo saquean mientras pretenden que también nosotros sigamos pagando los gastos de su humana mercancía.
¡Todavía hay idiotas que dicen que pagar impuestos es un acto patriótico!
madre mía! todo para llegar al sanatorio y encontrarte al médico explotado o para ir a denunciar un accidente laboral y ver que no hay inspectores de trabajo que te puedan atender. Y estos telecreyentes en el sistema son los mismos que luego te pondrán en contraste las bondades de lo que tenemos en comparación con el atraso de países como Tailandia. Sin embargo, en Tailandia no se puede y si se puede hacer las siguientes cosas.
Algunas comparaciones entre Tailandia y España
- En Tailandia no se puede ocupar la casa de nadie y en general los crímenes están bastante castigados, como hemos visto. La gente respeta la propiedad ajena por la cuenta que les trae.
- Los impuestos de Tailandia son más de cinco veces más bajos que en España. Y a cambio de eso tienes funcionarios que se vuelcan contigo y con una sonrisa cada vez que se plantan delante tuyo, inclusive los propios policías.
- Los símbolos nacionales y religiosos son respetadísimos en Tailandia. Nadie se mofa de esas cosas ni se les ocurre tampoco, pero aquí se hace énfasis en la frikada de su rey para ocultar todo lo demás, como si nosotros no tuviéramos también un monarca bastante peculiar y absurdo.
- Allí el que más y el que menos sabe pelear, siendo el deporte nacional el Muay Thai, y eso influye muchísimo en el carácter noble del personal, que son más humildes y a la vez más de una pieza que en España. A los tailandeses se les ve siempre con una sonrisa en la boca, pero vete a pisarles un callo y ya verás lo que te pasa.
Y un montón de diferencias más que no son siempre en contra de Tailandia precisamente, por más que aquí se nos quiera vender un país o Estado fallido, pero a esta gente tan chauvinista les recordaría que tienen la mayor escombrera entre el vertedero general que es Europa. Un vertedero que al progre padre de la criatura, por cierto, el tal Rodolfo, le parece el auténtico paraíso en la Tierra.