Enrique de Diego.
Todas las rebeliones se han hecho al son de música, a sones de banda, con letras que inflaman el ánimo de los combatientes, que muestran sus ideales y su disposición guerrera la lucha, a plantar cara al enemigo y a vencerle, y la nuestra, heroica en todos ls sentidos, ha encontrado la voz que nos identifica, la voz nuestra en Martín Sánchez, el héroe de Tarrasa.
Como una rebelión de nuestro tiempo convulso los sones son a ritmo de rock and rol, con orgullo, con entusiasmo arrollador y complejo de superioridad como suenan los compases del ‘Himno de la Resistencia‘ o provocativos como ese ‘Qué se joda el nuevo orden mundial‘ o ‘Quítate el bozal«.

Nos quedan muchas batallas por dar pero tenemos música de victoria y, como dice Martín Sánchez, un hombre entero, un gallego que no se pierde en cincunloquios, que las coge al vuelo, que va a lo esencial, claro com el agua clara, nos encontrarán más firmes que nunca, mejor preparados para la batalla.
Terrassa ha sido la apoteosis de Martín Sánchez quien remacha, con convencimiento sólido que «ha sido un éxito de toda la Resisrencia, de esa familia que ya somos», siempre dispuesto a la unidad, pero desde la firmeza y las ideas claras, sin trampa ni cartón. En Terrassa todo fue alegría. La sala a rebosar. Todos amigos, todos hermanos. Un sólo corazón vibrante de emociones nobles, de ansias de libertad canalizadas por las canciones de Martín Sánchez, rebelde con causa.

Allí se allegaron gentes de Valencia, de Euzkadi y gentes de Terrasa y Barcelona y salieron fortalecidos en sus convicciones y en su carácter. Fue una noche de héroes, todos eran héroes, todos entonando canciones guerreras de lucha: Robert Martínez, Endika y Mammirick, (La Cachondemia), Anaís Antares (El Héroe del viaje), Epi Cano (Dulce revolución), Brigitte (Unites per la VERITAT), y Alicia Ninou. A los grandes y aguerridos Espartanos 300 que llenaron de colorido la sala con sus capas escarlatas: Bartolomé Hueso Ruiz, Aurora Morte, Bernardo Aranda, Juan Núñez y así hasta los 300 con los que el paso de las Termópilas está seguro.

Allí estuvo Alberto Royuela, curtido en mil batallas, y el gran periodista Josele Sánchez, que puso contra las cuerdas y en berlina a Ana Patricia Botín.
Un alto en el camino en la dura brega. Ahra toca Madrid, a reventar, el sábado 3 de junio, en la Sala Nazca. Y com termina nuestro héroe sus textos: energía y Rock and Roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!!!