Enrique de Diego.
Agatha Ruiz de la Prada es un paradigma que brilla más que el sol. Sus desfiles son una explosión de cultura, como ha vuelto a demostrar en MBFWMadrid. Su colección es un canto a la alegría de vivir. Un compromiso absoluto con el buen estilo, rompedor, a la vez que clásico, porque Agatha ha conseguido la excelencia de ser un clásico.
El eterno femenino que toma y llena la escena, desde las niñas, orgullosas de sí mismas, a las jóvenes seductoras, porque todos llevamos dentro un niño o la niña que crece a la existencia sin complejos.
Color a raudales, color en torrentera, color en extraña y compleja armonía.
Es Agatha patrimonio nacional, arrolladora, con estilo propio, bien definido, la aristocracia de la moda desenvuelta.
Antonio Banderas, nuestro español de Hollywood, y Nicole Kempel, en primera fila del desfile.
«Agatha Ruiz de la Prada, mi historia», seis meses ya en todas las listas de más vendidos, con una sinceridad descarnada, reflejo de toda una época, interés máximo por el personaje y su circunstancia.
Agatha pone su icónica colección de perfumes, desarrollada en colaboración con PUIG, en el centro del escenario durante MBFWMADRID, mostrando su última campaña publicitaria.