Enrique de Diego.
Hay victorias pírricas, pero, desde luego, la de los republicanos no lo es. Es una victoria con todas las ley, completa, imprescindible para pasar urgentemente a la ofensiva, pues el tiempo apremia y el enemigo de la especie humana, que ha infiltrado y comanda el partido demócrata y tiene su pelele Joe Biden, debe ser derrotado cuanto antes. Superar el listón de los 218 congresistas, ya oficial, y dominar la Cámara es un hecho histórico, que no se puede desperdiciar.
El partido demócrata ha descendido 5,5 puntos. Además, en el conjunto del voto al Congreso a nivel nacional, según Real Clear Politics, los republicanos han obtenido el 51,4% de los sufragios frente al 46,7% de los demócratas, obteniendo los conservadores cinco millones más de votos. Cierto que Alexandria Ocasio-Cortez ha renovado su escaño por el partido demócrata para el Congreso, pero ya no es figura relevante, por contra, también ha resultado reelegida la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, quien en la anterior legislatura fue presentada como una extremista, como una excentricidad, y, sin embargo, ahora se sentará junto a un grupo renovado del que han desaparecido Liz Cheney y los «rinos» (republicanos sólo de nombre), con claridad de ideas y convicciones, dispuestos a dar la batalla.
Junto a ella se sentará, por ejemplo, Anna Paulina Luna, ex modelo y ahora congresista electa por Florida, que se siente orgullosa de sus armas que son su libertad. O Ron Johson, reelecto para el tercer mandato por Wisconsin, que ha sido tenaz en sus diatribas e investigaciones sobre Hunter Biden.
Nancy Pelosi, la bruja, ya no es la presidenta del Congreso, sino que está llamada a desparecer, ajada y avejentada, por el desaguadero de la pequeña historia. Presente en el aquelarre de Egipto sobre el timo climático, ya ha dicho que los republicanos no sabe si están por la labor de seguir con esta costosa farsa, que está costando vidas, al servicio del gran objetivo del partido demócrata al servicio de las élites: la eliminación de población, al margen del dolor y el sufrimiento que provocan crueles e insensibles, auténticos psicópatas y sociópatas.
El partido republicano en el frente más cruento de esta guerra contra el globalismo -los mayores criminales tienen nacionalidad norteamericana, y allí se encuentra el estado mayor- ha conseguido una gran victoria, demoledora, ahora hay que profundizar en el avance y no admitir ningún consenso, pues van a luchar por la supervivencia de sus electores. Bien asentados en el círculo de la Biblia, el corredor mormón y el medio oeste, con el añadido de una Florida que con Ron DeSantis ha conseguido una espectacular victoria, han demostrado que existe reserva espiritual más que suficiente y heroica. Esta no es una elección más, es una elección decisiva.
La oleada roja aventada por los sondeos ha sido una quimera del enemigo que domina las empresas de estudios de opinión que los vomita como armas de guerra. Se ha tratado de generar esa imagen de frenada de la ola y romper la psique de la resistencia generando el espejismo de la victoria pírrica, de un Joe Biden que, demente y senil, se ufana de que han sido las elecciones de mitad de mandato menos perjudiciales para un presidente desde 1986. Todas las comparaciones son odiosas. El Partido Republicano ha ganado y un degastado Biden ha perdido, ha caído derrotado, sin paliativos. Insistimos, los republicanos han obtenido el 51,4% de los sufragios frente al 46,7% de los demócratas, obteniendo cinco millones más de votos.
Ron DeSantis, un liderazgo sólido y de ideas y convicciones claras
Los republicanos salen de estas elecciones con un liderazgo sólido en la persona del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien no ha hecho ni va a hacer ninguna concesión al nuevo orden mundial, que es más bien un desorden completo, ni a la pseudo ideología woke, que ha defendido a los ciudadanos de Florida de la timo vacunación prohibiéndola ante la subida alarmante de mortalidad, les ha protegido del adoctrinamiento a los niños en las escuelas del nefasto género fluido y del racismo invertido.
Donald Trump, con unos espléndidos resultados económicos y con una excelente política exterior que ha dado al mundo cuatro años de paz, sin embargo, dejó al instalado Estado profundo sin tocarlo, al malvado Anthony Fauci para que vendiera como ciencia sus mentiras genocidas, no puso en marcha la comisión de investigación sobre las timo vacunas, a lo que alentaba el gran Robert F Kennedy, y lo desalentó el tarado de Bill Gates, y ha dado un pésimo ejemplo a sus bases timo vacunándose tres veces, lo que le fue afeado con una sonora pitada en el mitin de Alabama. Debe quedar como una referencia moral pero echarse a un lado, porque, además, entraría ya en una edad que lo desaconseja totalmente.
Comisión de investigación sobre el genocidio de la timo vacuna
Es urgente, es necesario si Estados Unidos quiere mantener un resto de credibilidad, que en el Congreso se cree inmediatamente una Comisión de Investigación sobre el genocidio de la timo vacuna covid, sobre la gran mortandad que se ha provocado, sobre su composición letal y su objetivo genocida. Esa Comisión debe servir de voz de alarma para toda la población mundial. Deben pasar por ella todos los heroicos médicos que han dado la batalla por la especie humana: Robert Malone, Peter McCullough, Ryan Cole, Judi Mikovitch…Sin tapujos, con verdad, con coraje. ¡Ya está bien que se rían de sus crímenes!
Impeachment para Joe Biden
Es una vergüenza mundial y nacional que un demente como Joe Biden siga una día más en la presidencia de la primera potencia mundial. Es, además, un pedófilo convicto, un pederasta acusado por su propia hija de conducta inapropiada, un corrupto protector de su hijo Hunter, cocainómano, putero, una escoria humana.
Debe haber una Comisión de Investigación sobre los turbios negocios de Hunter Biden, que ofrezca transparencia en una debilitada democracia, para demostrar que todavía quedan en ellas, y no dudo que es así, resortes morales.
Dejar de alimentar al complejo industrial militar a propósito de Ucrania
Debe parar el flujo de dinero del contribuyente y de ayuda militar para alimentar el complejo industrial militar a propósito de los nazis de Ucrania.
De nuevo debe ser «una ciudad sobre la colina»
El partido republicano ha obtenido una gran victoria, que debe servir para que triunfen la Luz y Dios, el orden natural, para que Estados Unidos vuelva a ser «una ciudad sobre la colina», como desearon fervientemente los padres fundadores. No es tiempo para medias tintas. Ahora o nunca.