La Organización Mundial de la Salud (OMS) está lista para votar sobre algunas enmiendas a las regulaciones de salud global que quitarán la soberanía de las naciones miembros , incluido Estados Unidos, todo en nombre de la preparación para emergencias de salud.
El presidente Joe Biden y su administración en realidad están apoyando estas enmiendas que esencialmente entregarían la soberanía de los EE. UU. a la organización, que recientemente publicó el documento titulado “Fortalecimiento de la preparación y respuesta de la OMS para emergencias de salud: Propuesta de enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (2005) .”
De hecho, las enmiendas fueron presentadas inicialmente en enero por la subsecretaria de Asuntos Globales Loyce Pace y el Departamento de Salud y Servicios Humanos . Este conjunto de enmiendas se votará en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza, del 22 al 28 de mayo.
La gente critica las enmiendas, que están a punto de sentar un peligroso precedente que podría amenazar las libertades médicas. Si se aprueban estas enmiendas, el director general de la OMS podría declarar unilateralmente emergencias de salud pública en cualquier nación, incluso si es en contra de la voluntad o la cooperación de su gobierno. En particular, el director general de la OMS puede hacer tales declaraciones basándose en su opinión personal sobre si existe o no una amenaza potencial o posible de brotes en ciertos países.
Hipotéticamente, la OMS también podría considerar el cambio climático, la violencia armada y el racismo como crisis de salud pública y la organización tendría el poder de hacer lo que considere necesario sin el consentimiento de los funcionarios gubernamentales.
Si la nación objetivo no acepta la oferta de colaboración de la OMS dentro de las 48 horas, la organización deberá compartir inmediatamente con otros estados partes toda la información disponible.
Esto significa que la OMS está estableciendo efectivamente a los países que no cumplen con sus demandas para que sean castigados financiera, económica o políticamente en el escenario global, y utilizará la coerción para lograr que cumplan en forma de sanciones y más.
Esto elimina el derecho de las naciones individuales a tomar decisiones sobre su propia gestión de la salud pública, ya que una poderosa junta de élites globales determina si hay o no una crisis de salud en una nación determinada en un momento dado. Además, estas personas tomarán decisiones basadas únicamente en opiniones personales.
También se señaló que el hecho más destacado de esto es que, en lugar de apoyar públicamente un nuevo tratado sobre la pandemia, la administración Biden está tratando de utilizar el impulso global del tratado para fortalecer las regulaciones existentes que EE. UU. ya ha firmado. Debido a que la administración nunca obtendrá 67 votos en el Senado para ratificar un tratado formal de esta naturaleza, en cambio, están eludiendo la Cláusula del Tratado al fortalecer este acuerdo existente.
En un memorando de la Misión de Estados Unidos ante Organizaciones Internacionales en Ginebra, la administración Biden enumeró a 20 países y a los 27 miembros de la Unión Europea como partidarios de la enmienda.
Los Republicanos llamaron a poner fin a la ratificación de enmiendas
En un artículo de opinión del abogado defensor estadounidense Daniel Horowitz, mencionó que todos los republicanos que se postulan para un cargo estatal o local pueden comprometerse a aprobar una resolución para declarar preventivamente nulas y sin efecto las regulaciones. Sólo algo ratificado por 67 senadores tiene fuerza de ley, y las leyes internacionales no tienen ningún efecto. (Relacionado: la OMS pide un «nuevo orden mundial de salud pública mundial» para aprovechar futuras plandemias ).
La administración Biden celebró recientemente una “Cumbre Global COVID”, en la que advirtieron unánimemente sobre una pandemia en el otoño que será mucho peor que lo que los estadounidenses han experimentado anteriormente. Ya están preparando al público para que acepte un campo de concentración de estilo comunista creado por gobiernos globales.
Horowitz también mencionó que si los republicanos del Congreso se comprometen a bloquear todos los fondos de la OMS en su próximo proyecto de ley de presupuesto, las legislaturas estatales pueden convocar y prohibir, e incluso criminalizar, la implementación de cualquier estándar internacional sobre pandemias.
Los republicanos del Congreso también pueden crear un comité conjunto junto con representantes de cada legislatura estatal para investigar qué entidades estaban detrás de la pandemia original. Estos podrían arrojar algo de luz sobre aquellos que parecen tener previsión sobre el próximo.