Enrique de Diego.
La censura es propia de los mentecatos y de los imbéciles, de los acomplejados y de los débiles morales, también de los poderosos fatuos como Bill Gates o degenerados codiciosos como el CEO de Pfizer, Albert Boula o, en segundo nivel, de mediocres ansiosas de dinero como Ana Pastor y su Newtral. La gran batalla previa se va a dar en la libertad de expresión y hay que ganarla rápidamente. La compra de Twitter por Elon Musk es un motivo de esperanza, no exento de dificultades, porque los globalistas sin censura se disolverán como un azucarillo y serán puestos ante un pelotón de fusilamiento, tras juicio sumarísimo, como ha ha pedido el presidente del Partido Republicano y candidato al Congreso, John Bennett, para Anthony Fauci.
Ya han vuelto a Twitter figuras tan señeras de la lucha contra el genocidio como Robert W Malonez y Vladimir Zelenko. Aquí, por estos lares, sería bueno que volvieran Miguel Bosé y Fernando López-Mirones. Recuerdo que yo fui censurado durante una semana por poner el siguiente tuit: «la timo vacunación tiene objetivo la eliminación de población», lo cual es absolutamente verdad en todos sus términos. Nada ofende más que la verdad. Es la censura de los imbéciles, la censura y persecución de la verdad, para que la gente incauta no se enterara de lo que estaban haciendo, y a ese patraña criminal le llaman «moderación».
En Facebook la atmósfera se ha hecho asfixiante para cualquier atisbo de verdad y merced a verificadores como Ana Pastor y su Newtrall la verdad científica ha sido tenazmente perseguida hasta hacerla desaparecer en una orgía diabólica de mentira, a favor del crimen, que establece una responsabilidad máxima para Mark Zuckerberg y para las Ana Pastor.
Pero el camino no está exento de dificultades y obstáculos, como los que reseña Andrew Torba, el CEO de Gab, encomiable red social defensora de la libertad de expresión: «Hoy, la administración de Biden dijo que apoyaría “reformar la Sección 230, promulgar reformas antimonopolio” y “requerir más transparencia” en las redes sociales para combatir la “desinformación” de COVID-19. Así que ahora Elon tendrá que lidiar con los reguladores, los legisladores y el Poder Ejecutivo.
«Luego está el hecho de que Twitter depende total y completamente de la infraestructura de terceros. Serán atacados en todos los niveles de la pila tecnológica, desde DNS hasta proveedores de alojamiento, tiendas de aplicaciones, servicios de correo electrónico y más. Algunos de los principales inversores en Silicon Valley ya están prediciendo esto , ¡como si dijeran que ya tienen estas ruedas en movimiento! Gab superó y reconstruyó absolutamente nada a través de todos estos obstáculos. ¿Twitter podrá hacerlo a su escala ya qué costo? Cuando Twitter es prohibido en media docena de bancos, Visa, tiendas de aplicaciones, proveedores de alojamiento, servicios de correo electrónico y más, pueden ponerse a nuestro nivel con la libertad de expresión».
Por último, «hoy, el Financial Times informa que “Bruselas ha advertido a Elon Musk que Twitter debe cumplir con las nuevas reglas digitales de la UE bajo su propiedad, o arriesgarse a fuertes multas o incluso a una prohibición, preparando el escenario para una batalla regulatoria global sobre el futuro de las redes sociales. plataforma de medios”.
La libertad de expresión es un principio vital, muy fuerte, y no em cabe duda de que terminará triunfando, más pronto que tarde, frente a la censura de los imbéciles. Ya, de hecho, ha empezado a ganar, y tras esa victoria se atisba el ajuste de cuentas con todos los liberticidas.
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