Luis Bru.
En las elecciones de Castilla y León, Podemos ha perdido 7.497 votos y se ha quedado con un solo diputado. Ha quedado como un fenómeno marginal urbano. Decisivo ha sido el discurso de Bill Gates vendido por el ministro de una cosa llamada Consumo, Alberto Garzón, el lacayo más servil de Bill Gates, en The Guardian, el órgano oficial de George Soros y Bill Gates, al que auguramos el más sonoro fracaso con su mierda de «carne sintética», entre otras cosas, porque sus voceros, como Alberto Garzón, en su intento por vender que no se coma carne es demoledor electoralmente.
Podemos va de derrota en derrota hacia el desastre final. En Galicia se quedó sin representación y em Vascongadas bajo a 6 diputados. Va hacia la extinción y el extra parlamentarismo, vendiendo las tonterías alucinadas de Bill Gates, como el incompetente pelele de Garzón quien está empeñado en convencernos de que «perjudica a nuestra salud» comer carne, cuando es necesaria para el desarrollo cerebral en las dosis adecuadas, porque de la ganadería depende la emisión del 15% de los gases del efecto invernadero, cosa que han demostrado falsa 700 científicos.
De hecho, Bill Gates quiere hacernos comer su bodrio vomitivo de carne sintética a la fuerza. Nos quiere matar y luego desea que adquiramos sus productos. Va a ser el gran fracaso del mayor enemigo de la Humanidad, «Las naciones ricas deberían pasar a la carne 100% sintética», dice este pobre loco, para lo que los gobiernos, su modelo es el australiano, lo más parecido al nazismo, que los gobiernos la deben imponer, lo quieran los ciudadanos o no.
Así lo dice la satánica agenda 2030: «en 2030 no comerás carne». Fatuidad y prepotencia. Para ello Bill Gates ha adquirido 108.000 hectáreas y ha invertido en Hampton Creek Foods, Memphis Meats, Impovible Foods y Beyon Meat. Pero el cambio climático, dogma ficticio en el cual se basa, ha sido contestado, como hemos dicho, por 700 científicos indicando que «es una falacia de la industria climática». Bill Gates se va a comer con patatas sus bodrios servidos por su mamporrero Alberto Garzón, que va a terminar de hundir a la escoria de Podemos.