Luis Bru.
María Dolores Márquez de Prado es definida, por diversas fuentes, alguna de las cuales ha requerido sus servicios, como una abogada de minuta cara y de pésimos resultados. Rambla Libre ha podido constatar en el escrito presentado en el Juzgado de Instrucción nº 27 en el que se solicita el archivo de la denuncia por delito de odio contra el locutor Federico Jiménez Losantos una endeblez argumentativa sorprendente.

María Dolores Márquez de Prado Heredia es la abogada de cabecera de Federico Jiménez Losantos que firma el escrito contra el editor de Rambla Libre, Enrique de Diego. Algunas fuentes la consideran muy influyente respecto al locutor, y especulan con que es la persona que le ha aconsejado la posible querella futura. Un cliente de la abogada reseña que «la minuta me costó 40.000 euros y perdimos». Esa es una constante.
«Los dos son muy malos abogados», señalan con referencia a su esposo Javier Gómez de Liaño, que fue inhabilitado como juez de la Audiencia Nacional por el caso Sogecable. Son letrados de la jet y se supone que tienen influencias por su pasado de ex juez y ex fiscal, pero en realidad tienen muchos más enemigos y ningún amigo en la Judicatura. Javier Gómez de Liaño fue miembro del Consejo General del Poder Judicial elegido por el PP, pero siempre se sumó a las tesis del PSOE. Fue amigo de Baltasar Garzón del que luego se distanció. Ha sido abogado de Luis Bárcenas.
El matrimonio, en segundas nupcias, aportando cada uno tres hijos, fueron los únicos asistentes al de Pedro J Ramírez con Cruz Sánchez de Lara, pero ahora los puentes con Pedro J están rotos. Javier Gómez de Liaño llevó, con todo, la defensa de Carlos Mattos, accionista de referencia de El Español, para evitar su extradición a Colombia acusado de comprar la voluntad de un juzgado para obtener ventaja en el caso Hyundai. Hoy Carlos Mattos ha sido extraditado y está en una cárcel colombiana.
Despacho compartido con su esposa, la ex fiscal de la Audiencia Nacional, María Márquez de Prado, de ambos las fuentes son unánimes: «pierden todo pero te pegan unas clavadas que te dejan tieso. Ya sólo por la minuta que le va a tocar pagar, se puede decir que Losantos ha perdido el caso, pues le va costar un ojo de la cara».