Enrique de Diego.
César Vidal asiste no con sorpresa pero sí con cierto pavor a la situación límite que viven Federico Jiménez Losantos y Libertad Digital SA, con un vídeo desmoralizados pidiendo ayuda a los oyentes, para una batalla que consideran pérdida y que se presenta como la lucha por la supervivencia.
- Parece que a Federico Jiménez Losantos le ha salido mal la ampliación de capital y recurre al timo a los oyentes. ¿A usted no le pilla por sorpresa?
– Que yo recuerde la única ampliación de capital de LD que se ha logrado cubrir fue cuando FJL estaba todavía en COPE y además se recibió la ayuda de Bárcenas, el encargado de las cuentas del PP. El resto de las ocasiones, como, al parecer, este año, el intento siempre ha fracasado. Que se apele a los oyentes para evitar que la nave se vaya a pique lo encuentro comprensible porque no se me ocurre otra alternativa en la que puedan encontrar oídos. Cuestión aparte es que tenga resultados.
«No encuentro justificación a que una empresa tenga pérdidas y sus directivos se repartan dinero»
– Usted dijo, y me resultó muy ilustrativo, que Libertad Digital SA parecía haberse convertido en el puerto de Arrebatacapas. Se han hecho cosas que claman al cielo como en 2018 repartirse el Consejo de Administración un millón de euros.
– Me llegó esa noticia y me dejó sumido en la perplejidad más profunda. No acierto a encontrar justificación a que una empresa tenga pérdidas y sus directivos se repartan dinero, pero parece que es una conducta que se ha ido extendiendo por la piel de toro como una mancha de aceite. Que LD haya podido incurrir en ese comportamiento me provoca una honda consternación.
– Eso es meter la mano en tu propia caja, depredar a tu empresa. Eso es chorizos al por mayor, en una empresa que da pérdidas. ¿Es realmente Losantos tan corrupto?
– La verdad es que yo jamás me hubiera esperado una conducta semejante en FJL. De algunas personas de su entorno… ¿quién sabe?, pero de él… En cualquier caso, también tengo que decir que de muchas cuestiones en el seno de LD me he enterado tras mi salida y leyendo su libro La gran traición.
La batalla de la supervivencia
– Dice que es “para dar la última batalla”. ¿Cuándo ha dado alguna batalla por los demás?
– Es posible que sea realmente la última batalla y que además sepa que la tiene perdida, pero resulta obvio que es una batalla por su supervivencia.
Libertad Digital presenta paralelos con Montoro
– Quede claro, por los datos contables, que Libertad Digital SA no tenían solución y salvación posible, antes de coronavirus.
– Pues a la luz de lo que se ha ido publicando desde hace años, así parece. Quizá sea algo muy similar a lo que sucede en España: la economía llevaba un camino desastroso desde hacía años, Montoro endeudó a la nación de manera que podría calificarse de criminal, el gasto público era disparatado y creciente, pero la crisis del coronavirus ha agudizado el mal pre-existente. Lo de LD, a mi juicio, presenta paralelos.
– Ni tiene salvación posible por lo que es recomendable dar dinero a cualquier iniciativa que no sea tan fallida.
– Sinceramente, creo que estamos viviendo una época de mucha incertidumbre. En medio de una situación así no se puede emplear el dinero – salvo que se pretenda hacer caridad a fondo perdido – a una empresa de futuro incierto, por no decir con horizonte de quiebra. Pero, como decía una amiga de año, “por mi cómo si se depila”.
«Parece que no se han duchado y hasta llevan el pelo sucio»
– ¿Me gustaría saber su opinión sobre la estética del vídeo de Losantos y sus mariachis pasando la gorra?
– Me causó mucha impresión por la pésima factura. Hay varios de los que intervienen que parece que no se han duchado desde hace tiempo y hasta llevan el pelo sucio. Con todo, lo que más tristeza me ocasionó fue ver la nula convicción que transmiten. Por esas curiosas asociaciones de ideas que, en ocasiones, nos provoca la mente me recordaron a los infelices de la Junta de Casado que intentaban pactar con Franco un final de la guerra menos oneroso para los vencidos. Sabido es cómo acabaron los pobres porque hay situaciones que, llegados a un punto, no se pueden arreglar. Libertad digital hubiera podido salvarse con energía y resolución cuando yo le envié hace siete años una carta a FJL señalándole el camino. La carta nunca la respondió, nunca volvió a verme ni a hablar conmigo y me temo que ahora ya no hay solución realista salvo ponerse a merced del vencedor y esperar a que éste sea clemente. En cualquier caso, tengo la impresión de que los que aparecen en el video – quizá con la excepción de Luis del Pino – van a acabar mucho mejor que los trabajadores de la casa.