Según informa la cadena Ser, la cocinera Adriana Restano, propietaria del restaurante Nina Pasta Bar, situado en el centro de Madrid, entre La Latina y Puerta de Toledo, falleció «repentinamente por causas naturales» el pasado 30 de diciembre, a los 44 años, según han confirmado a la Cadena SER fuentes cercanas a la familia.
Nina Pasta Bar, abierto en el verano de 2018, se había convertido en una de las referencia de la cocina italiana de la capital gracias a productos que servía como antipasti, a platos tradicionales como los spaghetti carbonara, y también a otros menos habituales que enseguida crearon afición, como los gnocchi de calabaza.
Pero el carisma de su chef fue, sin duda, otro de los ingredientes en los que se sustentó el éxito de Nina Pasta Bar, del que en poco meses se publicaron numerosas críticas y reseñas en muchos de los medios especializados de la ciudad.
Su aparición en el programa Banana Split, de La 2 de TVE, presentado por el periodista Mikel Iturriaga, también contribuyó a consolidar la popularidad de sus especialidades italianas.