Luis Bru.
Los medios de prostitución ofrecen una realidad bien distinta a la que viven los ciudadanos, engarzando mentira tras mentira, abusan hasta el hastío de su misión de propagandistas. Empeñados en pincharnos a todos, el mundo parece una balsa de aceite en la que nada ni nadie se mueve, esperando las gilipolleces genocidas de sus deslegitimados dirigentes. Espectacular la manifestación de protesta frente a la deriva nítidamente totalitaria del gobierno australiano. Ni una mención en los medios de prostitución. El mundo se mueve bajo sus pies y se los tragará con la clase de políticos más corrupta y más mediocre de la historia.