Luis Bru.
Seguimos hablando con Enrique de Diego sobre su libro «Bergoglio, el cojón del Anticristo» que plantea que el objetivo del argentino es la demolición de la Iglesia de Cristo, que dará paso al Aviso, según las Apariciones de la Virgen en San Sebastián de Garabandal, y a la Segunda Venida de Cristo, en Gloria y Majestad.
- Usted habla de una desaparición física de la Iglesia.
- Efectivamente. La Iglesia es administradora de la Gracia a través de siete Sacramentos y los administradores son los Sacerdotes. Bergoglio ha dicho en un infame vídeo que timo vacunarse, ponerse la letal terapia génica, era un «acto de amor». El sacerdocio católico ha caído en la trampa y se ha timo vacunado en masa.
- ¿Cuáles son las consecuencias?
- La muerte o la enfermedad en un plazo de dos años, según los científicos con independencia de criterio. Vamos hacia una Iglesia sin Sacerdotes y sin Sacramentos.
- Un poco drástica la conclusión…
- Han muerto tres de repentinitis. Un sacerdote diciendo la Misa en Pamplona, un párroco en Sevilla mientras dormía y el cura torero de Coria de igual forma. Ahora viene la gripe, un proceso infeccioso, y tomará a los cuerpos con el sistema inmunológico destruido y se vaticina una gran mortandad. Va a ser así.
- Lo cual coincide con la visión de Garabandal de que la Iglesia parecerá que va a desaparecer.
- En efecto, eso dicen las niñas de Garabandal, que la Iglesia parecerá desaparecer, que será muy difícil practicar la religión, que estarás las Iglesias cerradas. Eso sucederá por el «acto de amor» de timo vacunarse.
- En su opinión, ¿cuál debería haber sido la postura de la Iglesia?
- Clarísimamente, oponerse a los planes satánicos genocidas. Los pastores han actuado como lobos para las ovejas y Bergoglio como un vampiro. El Vaticano podía haber llamado a la Dra Judy Mikovitc, a la Dra Martínez Albarracín, al Dr Vladimir Zelenko, al Dr Peter McCullough, a la Dra. Nuria Azabedo, a la Dra. Dolores Cunhill, a Luc Montagnier…informarse y luego poner el grito en el Cielo y preservar a toda costa al Pueblo de Dios. Lejos de eso, ha animado el sacrificio. Eso de pincharse es un «acto de amor» lo va a pagar caro Begoglio.
- ¿Y la Congregación para la Doctrina de la Fe con la utilización de fetos?
- Un escándalo añadido. Una vergüenza. Un desfonde moral. El momento más bajo en la historia de la Iglesia.