La Casa Blanca dio a conocer sus planes el miércoles para vacunar a 28 millones de niños de entre cinco y 11 años contra el COVID-19.
En las próximas semanas, se espera que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) decida si autoriza o no la vacuna de Pfizer-BioNTech en los niños más pequeños en las próximas semanas, lo que significa que los niños podrían estar completamente vacunados para Navidad.
Si se autoriza el jab, el plan de la administración de Biden para inmunizar a los niños se verá muy diferente a la campaña para vacunar a los adultos.
Se enviarán viales de tamaño infantil a proveedores de todo el país que se pueden guardar en refrigeradores junto con las agujas más pequeñas necesarias para inyectar a los niños pequeños.
Los niños podrán recibir la vacuna en el consultorio de su pediatra o en la farmacia local, y posiblemente incluso en su escuela en lugar de en los sitios de vacunación masiva.
Y los hospitales infantiles establecerán clínicas durante las noches y los fines de semana para que las madres y los padres puedan vacunar a sus hijos después de que salgan del trabajo.
«Los padres saben y confían en que los hospitales de niños estarán allí para las necesidades médicas de sus hijos, y estos esfuerzos de vacunación no serán diferentes», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
«Los pediatras, los especialistas en pediatría, las enfermeras y los miembros del equipo administrarán la vacuna a los niños en entornos confiables y familiares que atienden a los niños todos los días».
Los padres se han dividido 50/50 sobre la vacunación de los niños porque los niños rara vez se enferman gravemente y representan menos del 0,1 por ciento de todas las muertes por Covid en los EE. UU.