AYÚDANOS A COMBATIR LA CENSURA: Clicka aquí para seguirnos en X (antes Twitter)

FIRMA AHORA: El manifiesto contra el genocidio de los niños

Yésica ataca de nuevo: El dióxido de cloro acabará con las farmacéuticas

Redacción




Luis Bru.

Inasequible al desaliento, Yésica Sánchez ataca de nuevo. No nos explica la muerte de Elia Rodríguez, una vez que se descarta por increíble el accidente doméstico. No, eso sería echar por tierra su manipulado relato. Nos premia con un artículo varias veces publicado en Newtral, pero ya se ve que el Ministerio de la Verdad es transversal. Claro, que ver al pigmeo moral de Losantos defender la dictadura en nombre del liberalismo, que está muy bien para las Universidades pero luego está la realidad y en Es Radio no entra ningún no timo vacunado porque le contagia a él, totalitaria forma de considerar a los no timo vacunados como infectadores, lo cual es mentira, y a los timo vacunados como inmunizados, lo cual es más mentira y se demuestra con la realidad que es donde está la verdad, ya sea en Israel como en Extremadura, donde el 74% muertos tenían la mítica pauta completa, seguro que la funeraria.

Yésica, la del nombre de telenovela mala, evacúa uno de sus artículos titulado «‘Desgrafenarse’, el último disparate de los antivacunas» y la verdad es que nosotros vemos ahí el último disparate de Yésica en Libertad Digital, que «poca libertad deben tener». Las fuentes que utiliza la boticaria Yésica Sánchez la FDA, la Agencia Panamericana de Salud, el Informe de la Prescripción de la OMC, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Es decir, resumiendo Bill Gates y terminamos antes. La credibilidad de todos estos organismos corruptos está bajo mínimos.

La emprende Yésica Sánchez contra el dióxido de cloro de donde hemos de deducir que es sumamente eficaz. A Josep Pamies le califica de «curandero» que a él le debe hacer gracia porque significa el que cura, y la industria farmacéutica, vamos a hablar claro, mata. Dice que el dióxido de cloro mató a un niño de cinco años en Argentina y eso es falso, lo desmintieron los padres, pero el desmentido nunca se publicó; cosas de los tentáculos de Black Rock en los medios de comunicación y en Pfizer; poderoso caballero es don dinero y su manipulación. Pero las timo vacunas han producido ya 24.526 muertes, no una ni dos, y eso que no se reportan la mayoría de los casos como el de Elia Rodríguez, muerta en el recurrente accidente doméstico.

NO TE LO PIERDAS:   Yésica Sánchez, la papanatas que lleva en su conciencia la muerte de su compañera Elia Rodríguez

En Bolivia el dióxido de cloro ha erradicado el coronavirus. Y en Tailandia más de lo mismo. Se recomienda no atragantarse de dióxido de cloro porque -dice Yésica- «su consumo directo puede producir dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal, anuria, anemia y metahemoglobinemia, llegando incluso a poner en peligro la vida del paciente. Además, inhalar sus vapores causa irritación ocular o respiratoria, brocoespasmo e incluso edema pulmonar». También se recomienda no abusar del limón porque produce esos efectos. Por eso, es recomendable acudir a la web comusav y a Andreas Kalcker, toda una referencia y una autoridad mundial en el dióxido de cloro, también llamado CDS (Chlorine Dioxide Solution), quien, por ciento, dice que el oxido de grafeno es un simple catalizador, pero a Yésica no le conviene citarlo en la extraña amalgama que monta.

Por cierto, la multa a José Pamiès, el payés a mucho honra, de la Generalitat catalana, que a estas alturas es una fuente fiable de Libertad Digital, ha sido reducida, porque no saben como sacar la pata, y se encuentra en el Contencioso-Administrativo, con el convencimiento de que no se va a pagar.

La cuestión de fondo es que el dióxido de cloro es una revolución que terminará con la mentira de las farmacéuticas, con un negocio que mueve más dinero que los sectores armamentístico, y cuyos resultados son perjudiciales para la salud. Pero, bueno, mientras sigan muriendo los «dormidos». Yésica, alguna vez te tocará pagar por tu inducción la genocidio.