Luis Bru.
Raquel López Hernández se llama, 31 años, la mayor asesina en serie de la historia de España. Está enfermera de la SS dejó Ávila y el coronavirus le dio la posibilidad de trabajar y ganarse la vida. Es la stajonovista del asesinato, como sus homólogas nazis de los capos de exterminio, se encuentra feliz con su trabajo de genocida y es destacada por uno de los más abyectos digitales del sistema, El Español de Pedro J.
«Cualquiera de los enfermeros que empezaron a vacunar el primer día hemos podido poner ya más de 30.000 dosis». Su equipo, igualmente stajonovista, inyecta cada día 1.500 dosis en la Institución Ferial de Mérida, en un día calificado por esta asesina en serie de «muy bueno» llegan a poner 2.000 dosis. Los totalitarios han depurado su técnica y han mejorado su imagen. Hoy en vez del sadismo tienen la cara de la estupidez, pero sigue siendo la del mal, la de la banalización del mal, que dijo Hannah Arendt.