Luis Bru.
El demente Losantos ha hecho una apuesta clara y decidida por el globalismo, hasta convertir Es Radio en una pocilga donde hociquean todos, Losantos, Rosa Laviada, Yésica Sánchez, Javier Somalo, Luis del Pino, alias del Timo, los chicos de los recados, Javier Somalo y Dieter Brandau, y el pobre Luis Herrero Tejedor. Y aquí ya no hay término medio entre el globalismo y los patriotas. Pero Losantos es un demente, con muchos años de servicia, y un psicópata reprimido que ahora sale a la luz con toda su pasión de bocachanclas del totalitario que siempre ha sido, apasionado lector de novelas cutres de asesinos en serie, que dejan secuelas en el alma y en la inteligencia. Un hombre sabio y ético como César Vidal, que bien le conoce, dice de él que «Losantos sufre un creciente deterioro mental”.
Como cuando metió la mano en la caja del grupúsculo maoísta y le ataron a un árbol y le descerrajaron dos tiros por chorizo, Federico, el pivot de Orihuela, nunca ha perdido el gusto compulsivo por el dinero…público. No es tan tonto que no identifica sus intereses y Federico vende a su padre, que en gloria esté, por la pasta gansa y una buena campaña de publicidad institucional, ya sea de ideología de género o de al rico jeringuillazo. Sólo que este maricomplejines, porque está lleno de complejos, y es como si le dejas el micrófono al acomplejado del pueblo en el recreo, ha vendido a toda su audiencia y a todos los españoles a la muerte a manos de Bill Gates y George Soros, que ya es penoso, el genocida vocacional, el asesino en serie compulsivo, el portero sádico de la cheka.
Y a su rebufo, en ejercicio dantesco de liberalismo egipcio, con las manos abiertas para ver qué cae, ha hecho una pocilga de delincuentes contables, que mienten exageradamente más que hablan, que se arrastran sobre su vientre mientras les esputan sus amos, chacales que exageran todo, que dicen que el sabio Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier está tan acabado que en las plataformas digitales tiene que quitar sus videos, que llegan a decir, patada a la ciencia más elemental, que la proteína Spike es inocua o, como Rosa Laviada, haciendo méritos de totalitaria genocida en Auschwitz, que en la Comunidad de Madrid, en el territorio de la sita descerebrada Isabel Díaz Ayuso sólo hay infectados no timo vacunados, cuando en el resto de España salen por las orejas de los hospitales los infectados timo vacunados (96% en Gerona, 95% en Andalucía, 54% en León, multiplicado por 12 el personal médico infectado en la Comunidad Valenciana, 121 infectados en el campo de exterminio de la prisión alicantina de Fontcalent, prueba del nueve de que les infectan por las timo vacunas, pues allí como inmunidad del rebaño, el 100%).
Hay quien piensa que Federico, y no les falta razón, que se ha quedado anclado en los años setenta, en la guerra fría, y que no huele el globalismo, pero a él el hedor de los campos de exterminio le pone y rebusca en los bolsillos de las víctimas a ver si encuentra unas monedas. Aunque siempre hay lacayos tortuosos que le enmiendan la plana, a él partidario fervoroso de la vacunación obligatoria y de la vacunación a todos los niños, para esterilizarlos y matarlos, como Luis del Pepino, alias Luis del Timo, siempre dispuesto a seguir pinchándose eternamente y que pinchen los de Pfizer -«milagro del capitalismo», que diría Losantos, siempre dispuesto a comulgar con ruedas de molino, la Pfizer que dice que no es eficiente y que precisa otro pinchazo- a los incautos que han seguido a Losantos y su banda de dementes.