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Carta al payasín Miguel Ángel Revilla: Estás gagá y te vas a encontrar con una brutal desobediencia civil hasta la insumisión fiscal

Redacción




Enrique de Diego.

Payasín, que no llegas ni a payaso, todo lo más a ocurrente comercial cutre de anchoas; payasín, Miguel Ángel Revilla, que eres un personaje de Mortadelo y Filemón, de la rua del Percebe, con perdón del gran Francisco Ibáñez; una vergüenza para Cantabria, una parodia insulsa, que empezaste en el sindicato vertical y te apoltronaste en este sistema de mediocres, porque tú mediocre eres un rato largo, payasín. Todo el día lamiendo el culo a los socialistas haciendo de abuelo porreta sin gracia, payasín, ya te vale, alma de cántaro, chupando cámara, que te han hecho las televisiones, especialmente La Sexta Noche, donde te han reído las gracias de montañés chistoso, cuando tú lo único que has hecho es vivir del cuento y del momio.

No te he escrito hasta ahora porque no tienes sustancia, no tienes entidad, payasín, pero esto del genocidio mediante el bio terrorismo saca de los dirigentes lo peor que llevan y tú llevas mucha mierda, mucha podredumbre, mucha inmundicia, pero ahora se descubre que eres un totalitario con entusiasmo, con vocación de papaíto Stalin de cuarta, y quieres llevar a todo el mundo al exterminio por el jeringuillazo letal por ese biotipo de las SS vergonzantes que son las enfermeras, y dices que piensas llevar la vacunación obligatoria a la reunión de caciques que no tienen medio leche. Te vas a enterar tú, payasín.

Los payasines como tú metidos a sargentos chusqueros de las SS, los que os saltáis las normas que ponéis a los demás, que casi te dan una somanta, payasín, estáis pidiendo a gritos desobediencia civil hasta llegar a la insumisión fiscal, y no pagar impuestos, para que toque trabajar de verdad y hagas algo digno en tu miserable vida, o fraccionarlos todos a la vez, hasta colapsar el sistema, atajo de haragán, payasín, que se te van a atragantar las anchoas, a ver si te has creído que todos somos tan tontos como tú, y no sabemos que no hay vacuna ninguna, sino un arma letal, de bio terrorismo, que inyecta la proteína Spike, como al de 36 años que ha muerto en Sevilla que sólo se ha podido coger la cornea, de como tenía los órganos destrozados, canalla, que está toda España de infectados por la vacuna, y que no es que lleguen los cadáveres del Ganghes hasta la desembocadura del Ebro o hasta las playas de Cantabria, sino que la variante que ahora llamáis Delta, payasín, gilipollas, pringado, la infectáis vosotros, es mutación del jeringuillazo. Y todo está claro, y se va a saber, payasín, que como dijo el gran Abraham Lincoln: «se puede engañar a todo el pueblo durante un cierto tiempo , y a parte del pueblo todo el tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo». Y como es muy grave lo que estáis haciendo, se van a volver las tornas, y no te arriendo la ganancia, a todos los criminales contra la Humanidad, payasín, se os va a caer el pelo, al grandísimo hijo de la gran puta de Pedro Sánchez, al hombre sin personalidad de Pablo Casado, y a ti, payasín, que te vas a comer todas las anchoas del Cantábrico, empezando por las en lata, payasín, Stalín frustrado de opereta.

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