Enrique de Diego.
Es un tonto de manual, un inútil paradigmático, cuando habla sube el pan, con esa cara de bobo embozado en su mascarilla, que no sirve para nada, y su objetivo político obsesivo, paranoico, en su twitter, «vacuna, vacuna, vacuna». Jesús Aguirre es una vergüenza para Andalucía, el hombro tosco, bastardo de Fauci, que come a dos carrillos, del genocidio de las timo vacunas; el tonto útil de los genocidas, el lameculos de los asesinos, un personaje de tebeo, risible, sino provocara tanta tragedia, tanto sufrimiento y tanto llanto.
Anima, el soplapollas, a que pierdan el bebé todas las embarazadas andaluzas y trata de engañarlas diciendo que el bebé también será protegido cuando el vil canalla las infecta con la proteína Spike. Y luego Jesús Aguirre, que no es más tonto porque no entrena, que quedó el segundo en un concurso de gilipollas por gilipollas, va de provida cuando de lo que va, realmente, es de su pro vida. Canallas como él ya no hacen gracia en la mierda de Canal Sur, adicta y financiada por todos los andaluces. Las andaluzas embarazadas perderán su hijo si hacen caso a este gañán. La diputada por Almería, Luz Belinda ha hecho bien en pedir su dimisión. Cosas peores se merece.