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Enrique de Diego amplía la denuncia con las pruebas concluyentes del incremento por 12 de la infección del personal médico tras la vacunación y la esterilización de las mujeres

Redacción




Redacción.

Ante las evidencias de que se está produciendo un genocidio y una general esterilización de las mujeres, Enrique de Diego ha ampliado su denuncia ante los Juzgados de Elche contra la vacunación masiva: el personal sanitario de la Comunidad Valenciana ha multiplicado por 12 su infección al coronavirus tras la timo vacunación, con la pauta completa, lo cual sólo puede deberse a ese hecho y no a ningún otro. De la misma forma, el 55% de las mujeres están sufriendo cambios en su menstruación tras ser timo vacunadas, lo cual puede ser un indicio de que están siendo esterilizadas.

Reproducimos la denuncia realizada por nuestro director, que asume así su responsabilidad, ante los Juzgados:

El artículo 12 de la LECrim establece que “la jurisdicción ordinaria será siempre competente para prevenir las causas por delitos que cometan los aforados. Esta competencia se limitará a instruir las primeras diligencias, concluidas las cuales la jurisdicción ordinaria remitirá las actuaciones al Juez o Tribunal que deba conocer de la causa con arreglo a las Leyes, y pondrá a su disposición a los detenidos y los efectos ocupados”.

En el ATS 11985/2020, de 18 de diciembre, sin referencia a las leyes aplicables se establece que la instrucción de las causas contra los miembros del Gobierno, deben hacerla los Juzgados de Instrucción de Madrid, y que “Sólo cuando las diligencias practicadas evidencien, en su caso, la existencia de indicios de responsabilidad contra algún aforado, deberá el Juez de instrucción recabar dictamen del Ministerio Fiscal y elevar exposición razonada ante esta Sala”.

Por tanto, aunque pueden estar aforados los responsables, las primeras diligencias debe realizarlas un juzgado de instrucción de Valencia, donde trabajan los denunciados.

Pongo en su conocimiento, a fin de que habrá la correspondiente e imperativa, investigación y depure responsabilidades, ante las alarmantes noticias que confirman que estamos siendo objeto de una vacunación masiva que constituye un ataque de bio terrorismo de forma que los casos entre el personal médico son 12 veces tras haber sido timo vacunados (doc 1), lo que evidencia de que no puede ser por otra cosa que por la timo vacuna, que inyecta la proteína Spike, la causante del mal, y que se puede estar esterilizando a todas las mujeres españolas (Doc. 2), con la legitimidad de que he recibido en mi móvil el texto que se adjunta (Doc. 1) en el que se me cita a inyectarme con la segunda dosis de AstraZeneca, indicando que no he acudido a ponerme la primera dosis, cuando la propia empresa AstraZeneca reconoce que su inyección no tiene eficacia alguna contra el coronavirus (Doc. 3) y de hecho todas las que se ofrecen falsamente bajo el apelativo de vacunas representan para cada uno de los inyectados la infección con la proteína Spike (Doc 4) que por el torrente sanguíneo se deposita en órganos vitales del cuerpo, como el bazo, el hígado, los testículos-ovarios, el corazón y el cerebro, produciendo enfermedades autoinmunes y un deterioro del sistema inmunológico de modo que la evidencia científica indica que todos ellos sufrirán óbito en pocos meses.

Junto a la evidencia científica, demostrada por estudio de pacientes japoneses, está la experiencia práctica de que en Chile mueren los denominados vacunados, como es el caso del 61% de los mayores de 70 años, que han sido todos pinchados hace un mes (Doc 5). Y que la corrupta OMS afirma que “la vacunación no es la panacea”.

Asimismo, el Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier señala que esas mal llamadas vacunas producen la muerte generalizada (Doc 6). La Catedrática María José Martínez Albarracín afirma que la proteína Spike, la que causa la enfermedad, a la vista de la evidencia científica se propaga por todo el cuerpo produciendo daños irreparables y la muerte en pocos meses (Doc 7). El ex vicepresidente de la empresa Pfizer, Michael Yeadon advierte de los peligros de las mal llamadas vacunas para la salud humana y el riesgo de un totalitarismo atroz y firma sus cartas con “Dios nos salve”, como indicativo del riesgo para una parte importante de la población mundial (Doc 8).

En concreto, ese riesgo es mayor para los niños, como señala la eminencia científica y médica, Dr. Zelenko, de que se trataría de un crimen contra la humanidad (Doc 9).

Por todo ello, ante la evidencia científica nos encontramos ante un genocidio que va a hacer desaparecer a buena parte de la población española, en concreto con toda la Administración de Justicia, lo cual se cita a título de ejemplo,

El Juzgado debe oficiar a la Consejería de Sanidad para que desde la misma se aporte a esta causa el procedimiento administrativo completo sobre la decisión de vacunar a toda la población, así como los estudios científicos que avalen dicha vacunación.