Redacción.
La codicia de las farmacéuticas no conoce límites. Amparados por su posición dominante en los medios de comunicación, Pfizer va a pedir autorización para un tercer pinchazo. Cuando en Estados Unidos se ha hecho público el caso de Maddie de Garay, que participó en el experimento de Pfizer y ha quedado paralítica y autista, el de un niño de 13 años en Michigan y el de Gregory Michael, un médico de Miami, que murió al quedarse sin plaquetas, y cuando la FDA ha tenido que emitir una advertencia sobre la generación de miocarditis y periocarditis, los laboratorios Pfizer y BioNTech anunciaron en conjunto el jueves (08.07.2021) que buscarán la autorización de las agencias regulatorias de Estados Unidos y Europa para una tercera dosis de su vacuna contra el COVID-19.
Las empresas esperan publicar datos más definitivos pronto, así como en una revista revisada por pares, y planean enviar los datos a la FDA (Agencia Estadounidense de Alimentos y Drogas), a la EMA (Agencia Europea de Medicamentos) y otras autoridades reguladoras en las próximas semanas», indicó un comunicado.
El anuncio llega luego de que datos de una prueba en desarrollo mostró que una tercera dosis incrementa los niveles de anticuerpos de cinco a diez veces más contra la cepa original del coronavirus y la variante Beta, hallada por primera vez en Sudáfrica, en comparación con las dos primeras dosis, según el texto.