Virginia Montes.
En Israel, después de más de dos años de agitación política, un gobierno de unidad finalmente pudo ver la luz. Vinculado entre el líder de la derecha radical, Naftali Bennett, y el centrista Yaïr Lapid, pretende acabar con el reinado de Benjamin Netanyahu.
«Sería la quinta elección o un gobierno de unidad» , dijo Naftali Bennett en una conferencia de prensa el domingo 30 de mayo. El empresario de 49 años bien puede ser la figura que saque a Israel de la depresión política con la que el país ha estado luchando durante dos años. En el espacio de 24 meses, recuerda Le Figaro , el país ha tenido que organizar no menos de cuatro elecciones legislativas. Sin embargo, los miembros electos del Parlamento nunca lograron ponerse de acuerdo sobre un gobierno viable. En el corazón de las tensiones, la personalidad de Benjamin Netanyahu cristaliza las tensiones. En el poder durante doce años, un récord para el estado israelí, el primer ministro israelí ya no satisface a nadie y podría ver el final de su era en los próximos días.
De hecho, es el aborrecimiento de la figura del Primer Ministro lo que empujó a Naftali Bennett a aceptar la mano extendida de Yaïr Lapid. Bennett, líder del partido nacionalista Nueva Derecha, anunció que haría todo lo posible «para formar un gobierno de unidad con mi amigo Yaïr Lapid» . El acuerdo consistiría en que él asumiera el poder durante dos años, antes de dejarlo en manos de su aliado de centro. «En estos momentos de la verdad hay que saber asumir la responsabilidad», explicó el líder nacionalista. Además de la crisis política, Israel está saliendo de un conflicto abierto con Hamas. El resultado de los pocos días de enfrentamientos y el alto el fuego obtenido por las dos partes no ha satisfecho a nadie en Israel y bien puede costarle su lugar a Benjamin Netanyahu. Lapid y Bennett ahora tendrán que jugar contrarreloj. Tienen hasta el próximo miércoles por la noche, 3 de junio, para reunir a 61 diputados a su causa. Por ahora, dice Le Figaro , solo les faltan cuatro votos.