Enrique de Diego.
Perdona que no te haya escrito antes, Irene Montero, pero no he encontrado hasta el momento papel higiénico a la bajura de tu indignidad. Eres una histérica que parloteas diciendo incoherencias y mamarrachadas. Tienes aspecto de haber estudiado psicología para tratarte a ti misma. Tuviste una etapa de dignidad cuando estuviste once meses de cajera y luego ya de picaresca, gorroneo y jetismo junto al gran jeta que ha dado España en los últimos tiempos, Pablo Iglesias. Decías que ibais a luchar contra la casta y sois, eres, la basura, la inmundicia de la casta. Te abriste de piernas y ascendiste hasta los cielos; más dura será la caída. Tienes un «proyecto de familia» que no culmina. El diccionario, al que tú agredes constantemente, tiene una palabra, barragana, que describe tu posición: «concubina que vivía en la casa del que estaba amancebado con ella» y «mujer legítima, aunque de condición desigual y sin el goce de los derechos civiles». Cualquier día el chepas sucio te deja por Lillith Verstrynge o cualquier otra. Cuando se cambien las tornas, que se te van a cambiar ya. Y sólo tienes para agarrarte a la hipoteca.
Estoy escandalizado, como toda España, por lo mucho que has ahorrado, has conseguido en poco tiempo 800.000 euros; en 2014 entraste en política con 6.000 euros. Eso suena a caja B, como dicen los ex abogados de Podemos. O como ha dicho Ramón Espinar: «explicar estos incrementos patrimoniales es fundamental para poder exigir a los demás transparencia». No sé cómo se dice en lenguaje inclusivo o trans, pero en castellano eso se llama choriza. O chorizo y choriza, como dirías tú. Incoherencia, cuanto menos. De Gandhi se dijo que costaba mucho mantenerlo pobre; a ti, cuesta muchísimo hacerte rica.
A Teresa Arévalo, la niñera, asesora a tiempo completo de tu Ministerio, con 14 asesores, ninguno vale para nada, no hace bien una ley a derechas, tenía 3 euros en la cuenta corriente, deudas de 33.000 euros y ahora gana 51.946 anuales. Dijiste en un mitin en Toledo que Teresa «va a estar ahí consiguiendo que tengamos todos y todas una vida mejor». Y ella, que desde luego ha empezado a tener una vida mejor, se arrulló en ti pescuezo y susurró: «gracias a mi compañera, a mi hermanita, a mi jefa». No lo ha denunciado el bando nacional sino la ex abogada de Podemos, Mónica Carmona. ¡Sí se puede!, corean los más gilipollas. Estáis a favor del movimiento ocupa y tenéis blindada la mansión con guardias civiles serviles y pretorianos, estáis a favor de los escraches pero habéis organizado una auténtica persecución, una brutal cacería, contra cuatro jubilados que se reúnen a comer tortilla; tu seguridad nos cuesta al año más de 3 millones de euros.
Bueno, si tuviéramos gracias a ti todos y todas una vida mejor, pero la tenemos mucho peor. ¡Sí se puede!, corean los descerebrados gilipollas. Una España bastante peor, sobre todo en los barrios humildes, en los barrios del paro y los ERTEs, de los menas y de los irregulares, donde no dicen nada, en las colas del hambre, los exabruptos de Beatriz Gimeno, directora general del Instituto de la Mujer, que las féminas deben encular a los varones y otras guarradas, y por eso se cobra del Presupuesto en la España del ¡sí se puede!, que corea el gallinero. Los españoles viven mucho peor pero tú, barragana, vives mucho mejor. ¡Sí se puede!, siguen gritando los más gilis. Esa es la ecuación: para que tú vivas tan bien, sea tan rica, los españoles deben empobrecerse e ir al hambre y la mierda, con la jerigonza que tú te gastas, que siempre pareces un manojo de nervios, con ínfulas de culta latiniparda.
Madrid será la tumba, bien profunda, de Podemos y de la corrección política, porque la gente, la buena gente ya está harta de ti, de vosotros y del chulo puta de Pedro Sánchez. ¡Sí se puede!, mandaros a la mierda. El chepas, con el agua al cuello, desesperado va a la Asamblea de Madrid y sólo le votan en primarias 12.820 inscritos. Mal presagio; se pega el batacazo; las encuestas os dan en torno al 8%; temblad, malditos, temblad, que a las primeras de cambio no sacáis ni el tope del 5% y el padre de tus hijos se queda con el inmerecido sueldo de ex ministro y le toca volver a esa pocilga, con el rabo entre las piernas, de la facultad de políticas, que hay que cerrarla, por el bien de todos.
Mira, Irene, que se me está acabando el papel higiénico, para que España le vaya bien, a vosotros os tiene que ir mal. Para que sobrevivan la gente los barrios, a ti te tiene que ir de pena. El 4 de mayo se te acaba el rollo, empieza el principio del fin de Podemos, de toda esa banda de intelectuales baratos pero que nos salen muy caros, del Echenique y el Monedero que tiene Neurona y calvario judicial. El 4 de mayo todo Madrid, y se alegrará toda España, va a corear en las urnas: ¡Sí se puede joder a Podemos! Iros a la mierda.